Por el Dr. Ricardo Rodriguez Silvero
Theresa May renunció. Dos grandes problemas la catapultaron a esa decisión dolorosa para ella. El Brexit y la pobreza en el Reino Unido.
Los votantes a favor de abandonar la Unión Europea, la mayoría gente mayor y viviendo en el interior de las islas, no eran conscientes de lo difícil de dejarla. Recordemos que sus generaciones futuras, los jóvenes y los de mediana edad, votaron a favor de su permanencia en la UE. Realmente, es más fácil entrar en ella que salir de ella! Además, Gran Bretaña tiene 14 millones de pobres y muchos más en decepción por no poder mejorar su posición económica y social en el archipiélago.
Hoy es un día histórico para los británicos, pero probablemente no el mejor de todos. Los que tienen mejor chance en suceder a May como Primer Ministro, tendrán que convencer a su electorado secesionista con un Brexit aún más duro, precisamente lo que ella no pudo lograr de los burócratas en Bruselas. Es para desearles suerte a todos.
Cada uno ha cumplido su función en esa repartición de roles, pero no ha podido lograr la meta, en la perspectiva de las partes negociantes. Irlanda del Norte ha sido para ambas una roca en el zapato. Pero hubo otros problemas también, considerables por cierto. No es tan fácil cumplir el ordenamiento jurídico de la UE para que un país asociado abandone la Unión. Y menos aún tratándose de uno de los más poderosos y peor aún cuando los 27 Estados Miembros restantes quieren precisamente evitar la secesión, bien sabiendo que algunos otros socios también podrían seguir el “mal ejemplo” de los británicos.
Viernes 24 de mayo de 2019