También hay que cuidar el rodeo, en constante merma tras alcanzar en 2014 el tope histórico de 14.700.000 cabezas.
ASUNCION, 16-11-2022 (Chaco 4.0 – Agroinforme Mercosur) — El 2022 tendrá para la ganadería paraguaya diferente matices. Por un lado, se corrobora la importante mejora genética en particular y por el otro, continúa aplazado en la apertura de mercados exigentes para la carne paraguaya.
Desde hace una década, la genética de las cabañas paraguayas viene siendo reconocida más allá de las fronteras. Dicha mejora comienza a trasladarse paulatinamente al rodeo nacional, logrando así un hato más homogéneo, mejor conformado y con una notoria mejoría en la calidad de la carne.
Pero aún hay mucho trabajo por delante. Esa buena genética debe llegar a todo el rodeo, para así ser más competitivo frente a los demás productores y exportadores de carne vacuna que compiten con Paraguay.
TASA DE PROCREO — En cambio, ocurre la opuesto con los índices de producción, donde Paraguay no logra superar el 50% en su tasa de procreo o destete. Esta situación genera, año tras año, la caída del hato ganadero. Está comprobado en los registros que cada vez que la cadena de la carne supera los 2.000.000 de vacunos faenados anualmente, el hato cae entre 150.000 y 300.000 cabezas.
Cabe recordar que durante 2014, el país logró su tope histórico de más de 14.700.000 cabezas. La caída arrancó a partir del 2015 para ubicarse hoy en torno a las 13.300.000, lo que significa una contracción del hato en 1.400.000 cabezas en ocho años.
De nada sirve vanagloriarse de que aumentó la faena y la exportación de carne, mientras se derrumba el hato ganadero.
Por un lado, tenemos a las autoridades brindando datos para ellas positivos. Pero por el otro, están los productores viendo cómo mes a mes aumentan sus costos, cae el precio del ganado por la falta de mercados más valorizados, provocando en su conjunto endeudamiento, desánimo y el abandono del rubro por falta de viabilidad. No es fácil mantenerse en una actividad, cuando se ve crecer su pasivo sin lograr cumplir con los compromisos económicos.
REVERTIR EL PROCESO – Es posible que la faena de este año se ubique en torno a los 2.100.000 vacunos, algo por debajo de la del pasado año. También vale señalar que el volumen de exportación se ubicará entre los dos topes históricos, superando las 320.000 toneladas peso embarque de carne vacuna. Pero también se debe admitir que continuamos perdiendo cabezas de ganado y que de seguir así, para el 2025 podríamos caer por debajo de los 13 millones de vacunos.
Por estas razones estamos convencidos de que se va otro año sin pena ni gloria.
Se necesita revertir la situación, para no volver a ser como en gran parte de los últimos años, el país con el ganado y la carne más barata que no logra ingresar a los principales mercados y el que año tras año seguimos jugando en la B.
Si las autoridades de turno y toda la cadena cárnica, no logran entender que se debe tener compromiso y generar credibilidad, la ganadería paraguaya puede ir barranca abajo.
La información de toda la cadena cárnica mediante un organismo como el INAC de Uruguay con datos permanentemente actualizados de trazabilidad, tipificación, bienestar animal y faena de novillos, es la fórmula de una ganadería altamente eficiente. Si la adoptamos, podríamos llegar a una cadena cárnica clase A y jugaríamos los mejores partidos.