Los frigoríficos hicieron caer un 20% el precio del ganado para faena mientras el valor de lo exportado aumentó un 1,5% según SENACSA.
ASUNCION, 03-04-2022 (Chaco 4.0 – Agroinforme Mercosur) — La ganadería es una actividad productiva que con los años ha tenido que ir implementando cambios profundos. Hoy no podemos hablar de ganadería sin reconocer que se ha transformado en una cadena cárnica que debe estar unida y fijar una meta en común. De esa unión y de desarrollar juntos los pasos para obtener los logros dependerá el éxito o fracaso.
Los países con más tradición y recorrido dentro de la actividad ganadera lo han entendido así. Un inconveniente que tenga el productor, la industria o los mismos organismos del Gobierno que representen a la ganadería, así sea por separado, terminará afectando a todos.
No es sostenible ninguna actividad donde el beneficio de uno va en perjuicio del otro.
Por esta razón muchas veces la producción ganadera se estanca o no desarrolla todo su potencial.
Para nada es positivo generar desánimo en algunos de los eslabones de la cadena cárnica, ya que el éxito dependerá de constituir una cadena fuerte y en equilibrio para que los beneficios sean lo más equitativos posible entre sus integrantes según sus distintas funciones.
VALOR DE LA INFORMACIÓN — Dentro de las virtudes de una ganadería o cadena cárnica eficiente se destaca la información actualizada que se brinde, si es posible, semanalmente para que tanto el productor como el industrial puedan planificar a corto, mediano y largo plazo.
No menos importante es el asesoramiento de los organismos de Estado que representan la actividad ganadera y que deberían ser idóneos en la materia para cumplir con la función y el deber de asesorar a toda la cadena cárnica respecto a las normas y exigencias que ajusten la actividad a los requisitos de los distintos mercados. Eso permitiría que la ganadería paraguaya sea creíble, confiable y un referente inobjetable del rubro. Cuando estas funciones no se cumplen y los beneficios de uno van en perjuicio de otros, todo el conjunto queda condenado al fracaso.
La ganadería como toda actividad necesita reglas claras y metas en común, además de respeto y apoyo entre las partes.
Es aquí donde la información, el compromiso y la seriedad conforman la base del éxito.
INTOLERABLE — En de marzo pasado ocurrió en la ganadería paraguaya un hecho que no debería haber ocurrido y que afectó claramente a los productores.
Rusia era hasta el 28 de febrero el segundo mercado de la carne paraguaya, adquiriendo un 21% de lo exportado, aunque el ingreso en dólares que generaba no superaba el 16% por ser un mercado de tercer orden en cuanto a precios.
El conflicto de Ucrania causó el congelamiento de las cuentas de Rusia con una consecuencia inevitable: Paraguay ya no pudo exportar a ese destino, debiendo redireccionar envios hacia otros mercados y continuar con el desarrollo de las exportaciones.
Sin embargo la industria decidió por este motivo bajar casi un 20% el precio del ganado de un día para otro. Así, de US$ 4,0 el kilo canal que pagaba antes del conflicto hicieron caer el precio a US$ 3,20.. 3,30 el kilo canal.
Durante los primeros 25 días de marzo los valores no superaron los UD$ 3,30 el kilo. El productor no tenía a quien reclamar por no contar con información oficial sobre el precio de la carne exportada durante ese período, ya que Paraguay no cuenta con un Instituto de Carnes que brinde información oficial y semanal de toda la cadena cárnica, incluyendo el precio de la carne exportada.
Esta información es imprescindible ya que el Paraguay, como Uruguay, vende al exterior más del 70% de su producción y de esta manera el precio de exportación es el que más incide en el precio del ganado.
DATOS MATAN RELATO — Culminado el mes de marzo Senacsa nos informa que en marzo la faena solo cayó con respecto a febrero menos de 1% mientras que el volumen de exportación de carne vacuna sólo registró una caída del 6% comparando con febrero. Por otra parte nos informa que el valor promedio de la carne paraguaya aumentó un 1,5%. en marzo con respecto a febrero. Analizando estos datos nos gustaría saber cuáles fueron los argumentos de la industria para bajar casi un 20% el valor del ganado.
Lamentablemente como lo anuncié a comienzo de marzo, el mes mencionado dejaría al descubierto las carencias, falta de equilibrio y horizonte en común de la cadena cárnica paraguaya.
El poco poder de incidencia de los productores paraguayos frente a la industria es preocupante.
Improvisando y sin compromiso no se llega lejos.