Sin embargo, Brasil se yergue como una amenaza con su super zafra de casi 150 millones de toneladas y sus saldos exportables de 97 millones.
ASUNCION, 06-04-2023 (Chaco 4.0) – “Las 25 millones de toneladas que se esperan producir marcarían la menor cosecha desde la campaña 1999/20. Esto llevaría a las exportaciones a caer un 30% en relación con el año pasado, y a perder el liderazgo en nuestro principal mercado” señala una comunicación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), al diagnosticar el panorama que presenta la producción sojera argentina tras la devastadora sequía que ha impactado la zona núcleo de la oleaginosa.
Argentina concentra su mayor superficie de cultivo de soja en las provincias de Buenos Aires (31%), Santa Fe (30%) y Córdoba (25%), con superficies menores en Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco y La Pampa. Ninguna de esas regiones escapó a la intensa sequía que aún afecta a los cultivos.
La brutal caída de producción sólo admite un parangón en la campaña 1.999. “En términos de producción -señala el informe de BCR- los 25 millones de toneladas que se espera producir en la campaña representan una caída del 40% en relación con la campaña pasada, y la mitad de lo que se produjo en promedio en los últimos 10 años (50 millones de toneladas). Así, Argentina cerrará su peor campaña productiva en 23 años, ya que hay que remontarse a la campaña 1.999/2.000 para encontrar una producción más baja”.
DIEZ MILLONES DE TONELADAS – Fuentes citadas por el periódico Ambito Financiero indican que las aceiteras argentinas podrían importar hasta 10 millones de toneladas de soja, más del doble del volumen comprado en años anteriores cuando el origen de la oleaginosa ha sido principalmente el Paraguay.
Esta vez, dado el volumen de la soja faltante, Brasil podría concurrir a llenar esa necesidad ya que ha recogido una cosecha superior a las 152 millones de toneladas. “Eso le dejaría una capacidad exportadora de hasta 97 millones de toneladas para todos los destinos y podría atender prácticamente toda la demanda de importaciones de Argentina» asegura la fuente consultada por AF, que agrega que Brasil ya envió casi 230.000 toneladas de la oleaginosa a Argentina en los dos primeros meses de 2023, frente a sólo 167 kilos en el mismo período del año pasado.
PARAGUAY EN LA COYUNTURA – La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO) estima, en una comunicación oficial, que la demanda que planteará Argentina “se dejará sentir con fuerza en el principal mercado de nuestras exportaciones de soja en estado natural”. El gremio aceitero considera que hasta 5 millones de toneladas de soja en grano podrían ir a las plantas procesadoras rosarinas. “Eso repetiría el panorama registrado entre 2018 y el 2021, años en los que las fábricas del vecino país procesaron más soja paraguaya que las propias industrias nacionales al cierre de cada año, tendencia que sólo se frenó a causa de la sequía del 2022”.
En una estimación que coincide con los datos preliminares de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estima que el Paraguay podría llegar en la temporada 22-23 a las 10 millones de toneladas. Esa cifra dejaría un saldo exportable que coincide con las estimaciones de las plantas aceiteras nacionales.
La soja paraguaya es muy demandada en las plantas rosarinas dada su excelente respuesta en rendimiento de proteínas y aceites, factor que eleva el valor por tonelada de cada producto industrial exportado. En un análisis publicado en el diario La Voz, de Argentina, el especialista Pablo Adreani -consultor de entidades como la American Soybean Association y la United Soybean Board– destacó que “el tenor de proteína de soja de Paraguay es uno de los más altos del mundo como resultado de una interacción genotipo-medio ambiente que tiene que ver con factores externos a la semilla de soja”,