¿Pobreza? Monseñor Gavilán pose en Coronel Oviedo una finca rural de 32 hectáreas valuada en Gs. 1.800 millones.
ASUNCION, 21-08-2022 (Chaco 4.0) – La justicia de Ciudad del Este dispuso la búsqueda y captura de los involucrados en el atropello a mano armada, destrucción de propiedad y agresión a pobladores de la colonia Tapé Yké, Alto Paraná.
Como resultado de esa actuación judicial, fueron detenidos Edubijis (sic) Benítez Vargas (33 años), Jorge Jara Franco (25), Héctor Tomás Gauto (20), Armando Gauto (18), Juliano Goncalvez (44), Diego Goncalvez Díaz (24), Milciades Benítez Benitez (32), Lidio Rojas Sorias (47), Fabio W. Diaz Martínez (19), Lorenzo Díaz (36), Cristóbal Gauto T. (60), Juan Ignacio Gauto (54), Milciades Rojas Medina (25), Rogelio Martínez Gauto (42), Edison Esquivel (23), Rubén Julio Paniagua Vera (43), Lorena Goncalvez Díaz (27).
En otro procedimiento, también fue capturado el supuesto activista social Rafael “Mbururú” Esquivel, imputado como cabecilla de la invasión y que además soporta una causa en Ciudad del Este por estupro a una menor de 15 años.
En total, son 18 personas que deberán enfrentar los cargos de invasión de propiedad privada, agresión a mano armada, intimidación a propietarios, sustracción, lesión corporal y destrucción de propiedad ajena, en especial, maquinaria agrícola, así como valiosos cultivos preparados para animales de cría de la finca invadida.
PROTEGIDOS DEL PODER — Los invasores atropellaron la colonia el viernes 19 en horas de la tarde y, de acuerdo a lo asentado en el acta policial de ese día, contaban con la protección del senador del Frente Guasú Fulgencio Rodríguez y del Obispo de Coronel Oviedo Juan Bautista Gavilán.
“Atacaron la casa, entraron a los garrotazos, quemaron todo, un desastre” narraba Pedro Torrás Maldonado, poblador de una de las fincas, poco después del episodio. “Acá estamos a merced de esta gente. Entran a las casas, echan todo, matan a los animales de la casa” se quejaba el agricultor que presentaba signos de una fuerte golpiza, al igual que varios miembros de su familia.
Torrás se refería a un asentamiento indígena distante unos 800 metros de su propiedad, cuyos ocupantes hostigan permanentemente a los productores de la colonia. En esta última oportunidad, el atropello a su finca y a su hogar fue inusitadamente violento, ya que utilizaron machetes, hachas, foisas, cuchillos y garrotes para destruir toda la infraestructura, tanto de su pabellón de maquinaria agrícola como de la misma vivienda de los propietarios.
ALTO VALOR INMOBILIARIO – No hay que descartar que tras este hostigamiento a los pobladores y propietarios de colonia Tape Iké se oculte un operativo de especulación inmobiliaria.
Para tener una idea, el valor de una hectárea de tierra en la zona del Alto Paraná en que se encuentra la colonia atropellada por indígenas (mano de obra barata) bajo el “patrocinio” de políticos inescrupulosos y prelados renegados de su misión pastoral (los autores intelectuales), oscila entre los 9.000 y los 12.000 dólares la hectárea. Es decir, que las 18 hectáreas que la familia conformada por Pedro Rufino Torrás, su esposa Rosalina Romero y sus hijos han conseguido del Indert -luego de larguísimos trámites y completada su inscripción en el Servicio Nacional de Catastro- tiene hoy un valor inmobiliario de mercado mínimo de Gs. 1.468 millones.
Los buitres, como siempre, se adelantan en su trabajo de depredación.
- ¿Vamos a creer que este “espíritu de lucha” de los indígenas aledaños a la colonia Tapé Iké se debe a un repentino acceso de “justicia social”?
- ¿O son operadores de bajo costo de los especuladores que buscan quedarse con propiedades de un altísimo valor inmobiliario?
Su Eminencia Reverendísima, el obispo que patrocina el atropello, ya posee en el distrito de Eusebio Ayala cuatro propiedades que totalizan 32 hectáreas tasadas en un mínimo de Gs. 1.800 millones.
Qué lejos está este “hombre de iglesia” del juramento de pobreza, castidad y obediencia que lo compromete desde el inicio del sacerdocio.