Una cámara de vigilancia captó la barbarie perpetrada por los invasores hasta que fue destruida a pedradas y honditazos.
Las escenas son escalofriantes. Los videos que se insertan en esta pagina hablan por sí solos. Primero, entraron a golpes de garrote, foisa, hachas y machetes a la vivienda de la familia conformada por Pedro Rufino Torrás y su esposa Rosalina Romero que poseen tres lotes titulados por el Indert y que trabajan todo el año. Allí destruyeron infraestructura y bienes muebles. Luego incendiaron un tractor y espantaron animales domésticos, matando a algunos de ellos. Parte de un galpón se vino abajo y, no satisfechos con toda la brutalidad desplegada, destruyeron una cámara de vigilancia y arrasaron un cultivo de valioso pasto Camerún. La policía actuó cuando todo había sido consumado.
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