Sin embargo, de su territorio sale casi el 60% de las exportaciones paraguayas de carne de calidad mundial.
ASUNCION, 28-04-2022 (Chaco 4.0) – “Tuve que entrenar personal para arreglar las fallas de energía. Si pido que vengan de la ANDE, ya puedo sentarme a esperar…”
La observación es de un productor del Chaco profundo, que depende de la energía eléctrica para hacer funcionar su sistema de riego pivotado.
“Aquí tengo tres transformadores, pértiga y escalera de fibra de vidrio -reportaba a Chaco 4.0 el inquieto emprendedor-. A los colaboradores más atentos les muestro como poner los fusibles en su lugar. Y lo hacen bastante bien. ANDE cobra 150.000 guaraníes por subir un fusible. En realidad, no es la empresa, es cualquier empleado de la ANDE que esté por la zona”.
Ya puede uno imaginar qué pasa con ese dinero. El empresario añade que a varios de sus trabajadores les pagó un curso de electricidad. Buena idea, pero que le jugó en contra.
“Algunos se fueron a buscar trabajo en otra parte -dijo resignado-. Qué quiere que le diga, está bien, ojalá encuentren empleo con lo que pudieron aprender”.
ABANDONO DE DECADAS – La frustración de los chaqueños por el pésimo servicio de la ANDE es enorme. Los colonos menonitas afrontan el 50% del costo de instalación y mantenimiento de las líneas de distribución a nivel de las colonias. Fuera de ellas, ese 50% corre por cuenta de los ganaderos y de los crecientes desarrollos agropecuarios que se extienden por todos los departamentos.
El abastecimiento es inestable y de baja calidad. “El servicio está cortado más tiempo que en actividad -denunciaba un referente del Chaco central-. Eso nos dice que la ANDE en la práctica está en quiebra. Y encima quieren quedarse con la red. Eso sería un desastre”.
Los chaqueños no bromean ni pierden el tiempo con el tema de energía eléctrica. Abogan por aplicar al servicio eléctrico el modelo cooperativo que tiene excelentes resultados en rubros como la producción y el consumo. “Para las cooperativas -dice el vocero- el lucro tiene un destino claro, reinversión, que en el caso de la energía eléctrica sería renovación y ampliación de la red de distribución con todos sus mecanismos de seguridad y mantenimiento”.
DE PESIMO A MEDIOCRE – El gerente de un desarrollo agroganadero ubicado al norte de Mariscal Estigarribia hizo una descripción mucho más precisa del servicio prestado por la ANDE. Cuando le pedimos una calificación de 1 a 10, invitó a diferenciar lo que es la energía suministrada por el ente a las zonas urbanas de la que entrega a las áreas rurales.
“La energía brindada a las ciudades, incluida la demanda de las industrias, está bien. Pero no pasa lo mismo con la que llega a los enclaves rurales, en especial los que han incorporado sistemas de riego, movido por equipos que con frecuencia funcionan mal e incluso directamente se queman” expresa nuestro referente.
La calificación, por sectores y en escala de 1 a 10, es la siguiente:
- Areas urbanas: 8.
- Areas rurales, cascos de estancias: 6.
- Areas rurales, sistemas de riego: 3.
A medida que las líneas se extienden y se internan en áreas menos trabajadas, la calidad sigue descendiendo. En Infante Rivarola y Estancia la Patria, un productor y asesor técnico de cultivos calificó el servicio de 5, con suerte. La inestabilidad de la tensión vuelve muchas veces ineficientes los equipos que trabajan con energía eléctrica.
Otro referente, esta vez de las zonas de Toro Pampa, María Auxiliadora y Bahía Negra, la energía “es extremadamente inestable, se corta a cada rato y cuando vuelve viene con potencia de más y quema todos los aparatos y electrodomésticos”.
Historias como éstas se repiten a todo lo largo y ancho del territorio chaqueño.
¿Y la ANDE? Bien, gracias.