La ONU le cuesta al mundo mas de US$ 3.200 millones de dólares al año, supuestamente, para mantener la paz.
Cristian Nielsen — Editor
ASUNCION, 11-03-2021 (Chaco 4.0) – Según uno de los últimos delirios estadísticos de Naciones Unidas, para producir la carne que lleva una hamburguesa se usan 1.695 litros de agua, después de talarse hectáreas enteras de selvas amazónicas. Según estos delirantes de la ONU, toda la maldad contaminante -si es que la hay- parece centrarse exclusivamente en Sudamérica, dejando a EE.UU. y Europa aparte y a salvo.
Lo de la tala de bosques cierra porque Europa acabó con sus bosques nativos hace siglos y mientras “las ciudades latinoamericanas tienen la mayor proporción de espacios verdes por habitante (Siemens Environment-2021)”, las ciudades estadounidenses “pierden 36 millones de árboles por año (globalcitizen.org)”.
Pero centrémonos en el tema agua.
¿De qué hablan estos “expertos” de la ONU?
AGUA PARA TODOS (Y TODAS) – Vamos a seguir por un ratito el jueguito de estos alegres calculadores de la ONU y veamos en qué otras cosas se usa el agua potable, además de dársela a beber a las vacas que tanto preocupan a estos expertos en boludeces.
La central nuclear de Biblis, ubicada 50 kilómetros al sur de Frankfurt, Alemania, está instalada a orillas del rio Rhin y usa al año 20 hectómetros cúbicos de agua dulce para hacer funcionar sus generadores con capacidad de 1.100 MW. Es decir, para producir el equivalente a una turbina y media de Itaipú, la central alemana usa toda el agua que distribuye ESSAP durante 48 días,
Para informarse a través de diarios, libros, revistas y otros impresos, la casta e impoluta Europa necesita al año 35.000.000 de toneladas de papel. Si tenemos en cuenta que producir una tonelada de papel insume 115.000 litros de agua, eso equivale a 3.850 hectómetros cúbicos, suficientes para llenar 15 embalses de Acaray. Seis veces esa cantidad alcanza para hacer rebosar el lago de Itaipú.
Y esta es mi comparación favorita. Fabricar una tonelada de acero de alta calidad requiere 28.000 litros de agua dulce. Así que para construir un solo portaaviones, de las decenas que tiene EE.UU., debieron usarse 1.540 millones de litros de agua, cantidad suficiente para abastecer Asunción durante una semana. Si tomamos en cuenta que la Armada norteamericana tiene 430 buques en servicio activo, su construcción debe haber requerido tanta agua potable como la que contiene el Mediterréneo.
BOLUDECES APARTE — ¿Se dan cuenta de lo fácil que es boludear con las estadísticas? Uno querría creer que los US$ 3.200 millones al año que cuesta mantener la ONU se emplean en cosas útiles. Sin duda, hay programas que son de mucha utilidad para la humanidad, aunque el propósito original de su fundación, mantener la paz en el mundo, no ha sido cumplido.
Entre las cosas que el secretario general de la ONU y su board directivo debieran hacer urgente es revisar en qué anda su departamento de estadísticas, que pierde el tiempo aplicando algoritmos a cualquier cosa y produciendo, en consecuencia, cualquier verdura en informes.
Ahora se la tienen jurada a la carne, las hamburguesas, los pedos y los eructos de las vacas. Ya encontraron un aliado para nada menor, Bill Gates, a quien le dio la chiripiorca anti-carne al anotarse con los propulsores de “beyond meat” o carne de laboratorio.
Producir “carne no carne” es un proceso largo y complicado. Dice un estudio de la Universidad de California: “El proceso para hacer carne cultivada tiene aspectos técnicamente desafiantes. Incluye la fabricación y purificación de medios de cultivo y suplementos en grandes cantidades y la expansión de células animales en un biorreactor. Cada paso está asociado con su propio conjunto de costos, insumos y demandas de energía” Y agrega: “El cultivo de biomasa in vitro podría requerir cantidades más pequeñas de insumos agrícolas y tierra que el ganado. Sin embargo, esos beneficios podrían venir a expensas de un uso más intensivo de la energía, ya que las funciones biológicas como la digestión y la circulación de nutrientes se reemplazan por equivalentes industriales».
A propósito, producir el primer kilo de “carne no carne” en laboratorio insumió 32.000 litros de agua potable y 11.000 kilowatts de energía eléctrica.
¿Podrán reducir ese ritmo de uso, o si no, de qué estamos hablando?