“Payo” Cubas dice despreciar el sistema político pero se metió en él con el evidente propósito de detonarlo desde adentro.
ASUNCION, 04-05-2023 (Chaco 4.0) –– Un huracán es un fenómeno meteorológico breve pero muy destructivo. Mientras dura, mete miedo. Pero horas después desaparece como si nunca hubiera ocurrido. Lo que deja: ruinas, gente lastimada y mucho por reconstruir…
Lo último que necesitábamos en el Paraguay era esta borrasca, corta y tumultuosa, llamada “Payo”. Acabamos de salir de una elección general que transcurrió razonablemente tranquila, con resultados sorprendentes pero sin incidentes que comprometan su validez y autenticidad. Así lo confirman los resultados oficiales del organismo ejecutor (TSJE), la mayoría de los partidos políticos participantes y las misiones internacionales de observación, entre ellas las de la OEA y la Unión Europea, dos de las más prestigiosas.
Pero… apareció el “huracán Payo”.
Cuidado.
No es equiparable a los fenómenos meteorológicos caribeños. Su capacidad de daño es mucho mayor, más extendida y duradera. “Payo” está decidido a patear el escenario postelectoral echando sombras de duda sobre su validez y transparencia. Armado con actas de votación presuntamente adulteradas y afirmando poder probar con ellas un “fraude monumental”, ha logrado arrastrar tras él a lo más revoltoso de la calle desocupada sin otra misión por delante que pudrir el orden público, trancar la marcha del país y comprometer la salud de la República. Y tras esta verdadera “armada Brancaleone” se encolumnan otros perdedores esperando sacar alguna tajada del tironeo.
Paraguayo Cubas Colomes, alias “Payo”, tiene un largo historial de tropelías, acciones violentas y declaraciones disolventes a lo largo de su carrera. Entre ellas figura el atropello a la comisaría de Minga Porá, Alto Paraná, en donde agredió brutalmente al personal y destruyó las instalaciones policiales incluido un patrullero. Como corolario de esta “hazaña” ciudadana, instó a la turba que lo secundó a “matar a cien mil brasileños”. Eso le valió la casación de su investidura de senador y su expulsión del Congreso, castigo que sin embargo no le impidió candidatarse a Presidente de la República en las elecciones pasadas.
SE BURLA DEL PAÍS — “Payo” se burla siempre que puede de la República del Paraguay, sus instituciones y de la propia ciudadanía. En 2017, como campaña política, entró a un juzgado del Palacio de Justicia en donde dejó sus heces fecales como “opinión” sobre los tribunales, secundado por cierto Celso Miranda alias “kelembú” (ordinario, mala calidad) quien aportó su “testimonio” adicional.
Dice despreciar al sistema político, pero se benefició con 2.000.000 de dólares sólo por haber participado de los comicios del 30 de abril. Siendo candidato a Presidente de la República, la primera banca de senador la reservó para su esposa Yolanda Paredes, ex empleada de la Municipalidad de Ciudad del Este en el cargo de directora de Recursos Humanos, lugar especial para colocar correligionarios. El segundo puesto de senador lo adjudicó a un tal Rafael Esquivel, más conocido como “mbururú” (ruidoso, escandaloso), quien en lugar de presentar curriculum vitae ante la sociedad para pedir su voto, exhibe un frondosísimo prontuario judicial. Preso en la cárcel de Ciudad del Este, sufre un proceso por supuesto abuso sexual a una adolescente de 15 años con una pena carcelaria en expectativa de 15 años. También presenta antecedentes por homicidio doloso en grado de tentativa, lesión y coacción graves, toma de rehenes, robo agravado, producción de riesgos comunes, amenaza de hechos punibles y asociación criminal tras invadir violentamente una vivienda en Itakyry, Alto Paraná. Esta joyita de “senador electo” deberá participar de las sesiones de la cámara por zoom, con sus compañeritos de calabozo como público adscripto.
EXPERIENCIA PELIGROSA – Hasta aquí, esta podría ser la crónica de algún enclave tribal africano. Tristemente, debo decir que esto es el Paraguay de 2023.
El país está haciendo el mejor esfuerzo para superar la crisis postpandemia, los remezones de las finanzas mundiales y los severos castigos de la sequía en 2020, 2021 y 2022. Buenas lluvias auguran un panorama agropecuario más benigno para 2023-2024 y los precios de las materias primas parecen acompañar una recuperación económica muy necesaria.
Y ahora, algo personal. No necesito el “huracán Payo”. Sus cuentas a cobrar no son las mías. No entiendo el origen de su ira ni quiero hacerlo. Si, como afirma, le han robado sus votos en el Alto Paraná, accione Ud. contra la justicia electoral, dé su batalla dentro del orden constitucional y gane o pierda, que son las dos opciones que le ofrece la democracia. No amenace, no intimide, no quiera correr con la vaina.
Y vaya haciéndose cargo de lo que despierta, moviliza y pone en marcha en calles, plazas y cruces de rutas del país, señor “Payo”. Es más que evidente lo que UD. está buscando: presos “políticos”, heridos y, Dios no lo quiera, algún muerto en refriegas oscuras cuyos verdaderos autores jamás serán hallados mientras Ud. saca rédito político.
Conozco la formula. Desprecio profundamente a quienes la activan esperando dar vuelta el país y ponerlo en llamas sin importarle lo que desatan en el camino.
Ya lo lograron una vez.
El país no debe repetir la experiencia.
Cuidado.