Hugo Pastore, vocero de CAPECO, considera incomprensible el incremento pues el complejo de la soja sigue siendo sólido y previsible.
ASUNCION, 26-06-2020 (Chaco 4.0) – El Ing. Hugo Pastore, vocero oficial de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPCECO) expresó que el sistema financiero “bajó un par de cambios con un sector que no está afectado por el COVID”.

“La cadena de la soja no paró un minuto –añade Pastore- mientras el resto de la economía quedaba paralizado”.
Luego agregó: “Sin embargo los bancos están aumentando las tasas de interés en un veinte, treinta y hasta cincuenta por ciento en algunos casos. Por ejemplo, un productor que acaba de cancelar un préstamo al 6%, cuando va a renovar le exigen 9%”.
Pastore considera que esta actitud de los bancos es incomprensible.
“Las variables de riesgo del sector agrícola no cambiaron. ¿Cuáles son esos riesgos? Los de siempre: el clima, los rendimientos, los mercados, los precios, los que se enfrentan cada temporada. Sin embargo, la cadena de la soja sigue siendo tan previsible como siempre. La soja es un commodity. Hay mercado, demanda y nunca quedó un kilo de soja sin vender”.
A modo de referencia, el BCP acaba de bajar a un 0,75 por ciento la tasa referencial, un nivel sólo comparable a las tasas de la Reserva Federal de EE.UU.
LOGISTICA COMPLICADA – El Ing. Pastore se refirió luego al movimiento de procesamiento y exportación de productos de la soja.
“El inicio de la cosecha se atrasó –detalla- así que la molienda también lo hizo. Eso se refleja en las exportaciones. Agosto y setiembre del año pasado fueron meses muy secos y por lo tanto no se pudo sembrar. El atraso parte de ahí”.

Luego describió los severos problemas que plantea la pronunciada bajante en la Hidrovía.
“Hay problemas de logística, principalmente en la navegación de los ríos. Hubo embarques que quedaron detenidos hasta 60 días aguas arriba de la represa de Yacyretá” recuerda Pastore.
Luego se refirió al operativo combinado de las binacionales, cancillerías, armada, puertos y demás instituciones que permitió sacar gran parte de esa producción varada en los puertos.
“Fue una operatoria complicada, que sin embargo se realizó sin pérdidas para las binacionales ya que el agua liberada se convirtió en energía” detalló.
SEGUNDO OPERATIVO – Pastore añadió que “ahora mismo se está trabajando en un segundo operativo similar y ese es un trabajo muy grande, complejo y que requiere mucha planificación”.
Luego refirió que el canal logístico del rio Paraná mueve anualmente unas 2,5 millones de toneladas.
“En lo que va del año –remarcó- apenas se movieron 200 mil toneladas. Este va a ser un año muy diferente, el Paraná está muy complicado, y eso obligó a re direccionar cargamentos hacia el rio Paraguay lo que se refleja en un sobrecosto”.
Pero Pastore apuntó a continuación que “tampoco el rio Paraguay es una solución porque también está con poco caudal y con limitantes de carga. Para compensar ese retraso, todo el flujo de exportación va a estar más extendido a lo largo del año. Brasil está comprando algunos volúmenes de soja, aparte de maíz y trigo. Pero eso no nos va a resolver el problema logístico de las exportaciones.”.
EL MEJOR MERCADO – Pastore es contundente al decir que Argentina no va a ser reemplazado como destino principal de la soja paraguaya.
“Podrá haber algunos pequeños cambios marginales pero que no van a afectar en gran medida esa condición de Argentina de ser el mercado principal” puntualizó el vocero de CAPECO.
Respecto a la situación Vicentin, que afronta serios problemas en Argentina, Pastore aclaró que la aceitera fue un actor muy importante en el Paraguay. «Mientras estuvo activa, Vicentin no ha dejado nada pendiente aquí y de hecho siguen siendo socia de CAPECO«.
“Vicentín tenía una sociedad muy importante con Glencore en una planta industrial denominada Renova, la más grande del mundo. Vicentín vendió su parte a Glencore que de inmediato empezó a comprar soja paraguaya”.
Y remachó: “Argentina sigue siendo un destino muy bueno desde el punto de vista logístico, con muchas ventajas”.
CUIDADOSA PLANIFICACION – Pastore se refirió a la cuidadosa planificación que debe observar el productor a la hora de preparar sus ciclos productivos.
“El productor –dijo- trabaja con mucha anticipación. Empieza a comprar insumos y semillas para marzo o abril. Para 3,5 millones de hectáreas de soja se utilizan aproximadamente 700 mil toneladas de fertilizantes. Esa tarea hay que planificarla muy bien, porque implica poner el producto en cada chacra, cada depósito y todo tiene que estar listo en su momento”.
Es una planificación muy precisa, ya que el productor tiene que calcular cual será el precio de la soja un año después de iniciado el proceso.
“No es cosa de un día para el otro. Es mucho trabajo y evaluación” concluyó Pastore.