Se puede jugar a los soldaditos por Instagram o intercambiar documentos por OneNote.
Por Cristian Nielsen — Editor — Publicado en
“No es fácil explicar a los connacionales que deben respetar las normas para ingresar a su propio país y el Covid-19 nos puso en la difícil situación de decirles que deben esperar para ingresar a su patria”.
Este no es un mensaje cualquiera. Lo expresó el Presidente de la República ante la 73ª Asamblea de la Organización Mundial de la Salud al exponer la política sanitaria aplicada por el Paraguay para contener los efectos de la pandemia. Para este menester, Mario Abdo no necesitó viajar a Ginebra. Envió un mensaje grabado que se difundió en la plenaria. Fue la primera asamblea mundial de la OMS celebrada en forma virtual. Y si para deliberar sobre temas tan gravitantes como la salud pública en tiempos de pandemia ya no hace falta viajar, no hay razón para pensar que otros temas no puedan ser tratados por la misma vía.
Por ejemplo cuestiones de seguridad interna o externa, entre ellas, delincuencia organizada, terrorismo, narcotráfico, violencia de género, trata de personas, lavado, ciber crimen, etc.
Sin embargo, ahí salieron Euclides Acevedo y Mario Soto a pedir que no se corten los viajes con argumentos que dan vergüenza. Soto alegó ante una comisión parlamentaria que “los comandantes, en todos los niveles, tienen todo tipo de conferencias en todos los niveles y que muchas veces tienen que repetir los viajes…”. Que, ¿está por venir una invasión extraterrestre que es tan urgente reunirse a cada rato? ¿Qué les impide conferenciar a través de Zoom o jugar a los soldaditos en el Instagram? ¿No pueden intercambiar materiales por OneNote o mandándose pendrives por Federal Express?
Señores ministros: estamos hasta el cuello con el coronavirus. No hay plata para viajes de burócratas, generales ni furrieles. Y no la va a haber por mucho tiempo.
Aflojen con sus paseítos, o páguenselos de su bolsillo, como el resto de los ciudadanos “comunes”.