La segunda jornada de la plataforma de carne sustentable para el Chaco dejó interesantes definiciones en muchos órdenes.
Desde mi perspectiva, el punto que abrió más variables es el propio concepto de sustentabilidad.
Y digo que es más, mucho más, que una palabra de moda o un argumento retórico para ambientalistas extremos. Es una dimensión a explorar y una fuente de definiciones que pueden ser de mucha utilidad.
Uno de los planteos analizados en las dos jornadas de Filadelfia tenía esta carátula:
- ¿Qué beneficio económico me trae la producción sustentable?
- ¿Puedo obtener un mejor precio por mi producto?
El abordaje es reduccionista porque elimina etapas intermedias, según pude deducir de los intensos debates que se generaron en los grupos de trabajo.
La respuesta para este planteo extremo es simple y directa: no, no tiene un mejor precio.
Siguiente pregunta:
- Entonces, ¿dónde está el beneficio para mí?.
En este caso, la respuesta podría ser: En una serie de pasos que aseguran que el emprendimiento productivo se mantenga por tiempo indefinido, lo que no es poco.
Los mercados no están premiando, por ejemplo, la carne producida en cadenas regidas por sistemas biológicos productivos que pueden conservar la diversidad y la productividad a lo largo del tiempo. No lo consideran un plus de mercadeo. Pero a menudo se reservan el derecho de no comprar un producto generado sin esas condiciones previas.
El premio al precio viene más bien por el sabor, la textura, el marmolado graso y la jugosidad de la carne ofertada, además de ser un producto derivado de ganado sacrificado en condiciones de estrictas normas de sanidad y de cero estrés animal.
Sustentabilidad es un compromiso con reglas establecidas para asegurar la continuidad de un sistema productivo, conservando las condiciones agrológicas y ambientales que le dieron origen.
Lo curioso de todo esto es que un productor sensato y consciente –no hace falta que sea un master phd de Harvard- sabe que no hay otra manera de producir, hoy en día, que no sea garantizando la sustentabilidad de toda la cadena productiva. Lo contrario sería un colapso extendido a mediano o largo plazo.
Claro que la política enferma de ambición y los operadores del ambientalismo extremo y rentado desnaturalizan el concepto con un discurso sesgado e infectado de populismo oportunista y electoral.
Nada más destructivo, disociante y confuso para una sociedad a la busqueda de respuestas sencillas y faciles de asimilar… aunque sean equivocadas.