Una o varias usinas movidas a gas podrían suministrar energía eléctrica abundante, segura y a precios menores en el Chaco central y norte.
ASUNCION, 21 mayo 2024 (Chaco 4.0) – El proyecto hasta ahora esbozado por el presidente Santiago Peña habla de una extensión del gasoducto que conduce gas natural desde la provincia de Neuquén, Argentina, en los grandes yacimientos de Vaca Muerta, hasta la provincia de Salta en donde es posible articular una conexión de gas hacia el Paraguay con destino final Brasil.
Esta idea involucra un recorrido de más de 1.500 km hasta la frontera paraguayo-brasileña, que permitiría llevar el gas hasta el gran conglomerado industrial de San Pablo que se abastece en Bolivia. Pero las reservas de gas bolivianas -según expertos en la materia- están llegando a su fin y hasta el momento nuestros vecinos no han podido concretar nuevas confirmaciones que permitan seguir el negocio. Vaca Muerta, en cambio ya está en plena producción y solo se necesitaría conectarla con el sistema de distribución de Brasil con obras relativamente accesibles y a un costo de no más de US$ 1.500 millones.
POR QUÉ PARAGUAY – La respuesta sería ¿Y por qué no?. El trazado sugerido a través de Salta, Chaco paraguayo, Bioceánica y Puerto Murtinho es relativamente viable a corto plazo. Si bien el negocio central sigue estando en San Pablo, Paraguay podría beneficiarse de tres maneras con el gasoducto que aún no tiene nombre.
Primero, podría abaratar el costo del gas domiciliario instalando una planta fraccionadora que pase el gas natural a gas licuado. Será toda una cuestión de ingeniería financiera determinar los costos de inversión en el gasoducto e instalación de una o más plantas fraccionadoras.
Segundo, la disponibilidad de gas natural permitiría instalar en el norte del Chaco usinas eléctricas movidas a gas que proporcionarían energía estable, disponible todo el año y en las cantidades demandadas por la creciente actividad productiva, industrial y comercial del Chaco.
Tercero y último, el país podría beneficiarse con el pago de una tasa de transporte por el solo hecho de que el oleoducto atraviese territorio paraguayo. Pero este es un tema aún gris sobre el cual los expertos prefieren no hablar y pensarlo un poco mejor.
¿Y EL GAS MADE IN CHACO? – En este punto hay una nebulosa que no termina de disiparse. Hasta el momento todo lo que sabemos es que el pozo Independencia 1, ubicado en Gabino Mendoza, proporcionaba gas natural licuado a la usina eléctrica de Bahía Negra. Lo hizo hasta una ley del Congreso le impidió seguir haciéndolo porque su concesión estaba dentro de una área natural protegida.
Por qué hasta el momento ningún Gobierno impulsó una búsqueda metódica de gas natural a fin de dilucidar definitivamente si lo que hay bajo el suelo del Chaco es económicamente explotable. Cuencas bolivianas cercanas como las de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca -a menos de 100 km del pozo de Gabino Mendoza- siguen representando el 76% del gas producido por el país del altiplano a un ritmo de 53 millones de metros cúbicos por día.
¿Será posible que, frontera de por medio con uno de los mayores productores del mundo, en el Chaco no haya un solo metro cúbico de gas digno de ser explotado?