Incógnita a despejar: El sistema económico que elegirá el nuevo turno en el Palacio de López.
Enhorabuena a las autoridades públicas electas el pasado 30 de abril y mis mejores deseos de éxito en el manejo de la “cosa pública”. El nuevo Gobierno, en el sentido más amplio del término, que asumirá el próximo 15 de agosto, deberá concebir y poner en práctica un plan de políticas públicas dentro de Estado de Derecho en Democracia hacia el Desarrollo Sostenible.
LAS MÁS URGENTES. Se deben priorizar mejoras sustanciales en educación (relativamente mala), salud (después de la pandemia, nuevos virus), pobreza (la total en 25%), defensa y seguridad (se han instalado el crimen organizado y giros ilegales al exterior financiando carpas terroristas), afianzando crecimiento económico e inflación baja (ambos al 4,5% anual) y controlando el déficit fiscal muy agrandado (más que el establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal que apunta sólo a -1,5% del Producto Interno Bruto). También reducir el horrendo faltante en las Cajas Fiscales, mejorar la escasa seguridad social y recurrir al Congreso para la aprobación de varias leyes (a ser descritas próximamente) así como a la cooperación internacional para combatir lavado de activos y narcotráfico (a ser abordados aquí brevemente) y al mejoramiento de ciertas normas, tales como el GAFILAT, vigente en nuestro país.
SISTEMAS ECONÓMICOS. No se trata sólo de hacer lo descrito en el párrafo anterior sino también de decidirse sobre qué tipo de sistemas económicos las nuevas autoridades quieren implementar. Para que esto sea posible habrá que echar un vistazo histórico a las opciones disponibles. Entre ellas se encuentran la Economía Libre de Mercado, la Planificación Central, la Economía Social de Mercado, en sus más diversas opciones, entre otras. A tal efecto se describirá en los próximos meses en este mismo espacio y diario la multiplicidad de variedades existentes para que prevalezca Estado de Derecho en Democracia hacia el Desarrollo Sostenible.
MEJORAR NORMAS VIGENTES. Dados los apremios en tiempos contemporáneos, conviene ser conscientes de cómo mejorar algunas normas del GAFILAT. Es el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica, una organización intergubernamental de base regional que agrupa a 17 países de América del Sur, Centroamérica y América del Norte. Fue creado para prevenir y combatir el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva. He aquí algunos casos a considerar:
EJEMPLOS AD HOC. En lo que hace al lavado de activos, se debe distinguir entre aquel realizado simplemente con fines de evasión tributaria (capital incruento) y el proveniente del crimen organizado y de los giros ilegales al exterior, financiando carpas terroristas (capital cruento o sangriento). Estos últimos deben ser combatidos implacablemente, disminuyéndolos en forma sustancial. El lavado de dinero que proviene de mera evasión tributaria, es decir del capital incruento, debe ser incorporado a la legalidad, habiendo pagado previamente impuestos, a tasas competitivas. Por consiguiente, en este caso el blanqueo debe pagar un costo tributario. Por otro lado, en la vigente legislación del GAFILAT no se tiene una política específica en favor de los micro-empresarios urbanos y micro-emprendedores rurales, tampoco si sus ahorros e inversiones vienen de Estados expropiadores. En este caso se perjudica enormemente a las MIPYMEs del exterior con intenciones de radicar sus inversiones en nuestro país. Se les exige aquí declaración del origen de las mismas incluso cuando provienen de economías en catástrofe, en las cuales ya sufrirían ex ante expropiación múltiple si las declarasen en origen.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL. Para el combate y erradicación de los capitales cruentos o sangrientos, es decir de aquellos que provienen del secuestro y asesinato de sus víctimas, Paraguay necesitará de ayuda internacional de países que cuentan con el respectivo know how. Nuestro país no tiene ni experiencia ni tecnología en el procesamiento de capitales de origen o destino criminal. Los EEUU, la Unión Europea, el Japón y otros países democráticos están en condiciones de darnos una mano. En ese sentido, tendremos que superar cierta actitud contradictoria, que tienen algunos desinformados, en el sentido de no tolerar, como dicen, el “imperialismo” yanqui ni el europeo ni el japonés ni el de otros países democráticos. Obviamente, peor será no hacer nada o recurrir a las autocracias comunistas en fuerte expansión como la Federación Rusa y/o la China continental.
(Continuará)
6mayo23 10.15 am