La Hidrovía PP, tramo argentino, cayó en manos de un rejunte de administraciones provinciales y de un Estado federal quebrado y sediento de dólares.
ASUNCION, 30-01-2023 (Chaco 4.0) — Al insistir en cobrar un peaje a trenes de barcazas que naveguen el canal logístico internacional comprendido entre Confluencia y Rosario, Argentina ha atropellado sin contemplaciones dos artículos clave del protocolo adicional sobre condiciones de igualdad de oportunidades para una mayor competitividad que rige dentro del Acuerdo de Libre Navegación de la Hidrovía Paraná Paraguay firmado en Las Leñas, Mendoza, Argentina, junio de 1992.
Los dos artículos son contundentes:
- Art. 4°. Los países signatarios se reconocen recíprocamente la libertad de navegación en toda la Hidrovía de las embarcaciones de sus respectivas banderas, así como la navegación de embarcaciones de terceras banderas.
- Art. 5°. Sin previo acuerdo de los países signatarios no se podrá establecer ningún impuesto, gravamen, tributo o derecho sobre el transporte, las embarcaciones o sus cargamentos, basado únicamente en el hecho de la navegación.
La condición es tajante y sin posibilidad alguna de confusión: Sin previo acuerdo de los signatarios -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- ninguno de los países podrá imponer unilateralmente gabela o tarifa alguna al desplazamiento de embarcación alguna que se desplace por aguas de libre navegabilidad.
ABSURDO Y VIOLATORIO – Todo el comercio exterior paraguayo viabilizado a través de la Hidrovía PP utiliza el canal logístico que transcurre sobre el cauce principal del rio Paraná. Por lo tanto, no se puede arancelar un servicio que no se presta.
Los trenes de barcazas -tanto los graneleros, como los de containers y cargas liquidas- conducen todo el comercio exterior paraguayo tanto de importación como de exportación, rumbo a puertos de ultramar. Por lo tanto, ese tráfico no se interna en puertos argentinos ni hace uso de canales de acceso a los mismos sino que navega sin interrupciones por el canal logístico internacional hasta puertos de reembarque, principalmente Nueva Palmira y Montevideo.
Argentina está imponiendo unilateralmente una tarifa por un servicio no prestado, lo cual lo convierte simplemente en un despojo grosero y piratesco que obliga a los importadores y exportadores a trasladar este costo injustificable a las cargas que transportan.
Esta sobrecarga hace pedazos lo establecido en el protocolo adicional que busca asegurar condiciones de igualdad de oportunidades para una mayor competitividad dentro del trafico fluvial en la cuenca del Plata.
Esta es otra violación flagrante que acumula Argentina en su torpe manejo de la Hidrovía PP cuya operatoria le ha sido retirada a una de las empresas del ramo fluvial más prestigiosas y eficientes del mundo… para entregarla a un rejunte de administradores provinciales junto con un Estado federal literalmente quebrado y desesperadamente necesitado de dólares.
Conclusión: El cobro del peaje de marras no obedece a la prestación de servicio alguno sino que es meramente recaudatorio, dada la necesidad extrema de divisas que padece el Gobierno kirchnerista, embarcado en una campaña electoral que demanda cada día cantidades ingentes de dinero fresco.