Se multiplican los informes sobre el enverdecimiento de la Tierra por el aumento del CO2 en el aire desde fuentes fósiles.
Por el Dr. Albrecht Glatzle
ASUNCION, 28-11-2022 (Especial para Chaco 4.0) — Una vez que la presión psicológica grupal, apoyada con mucha plata, se impone en la comunidad científica. La ciencia honesta está muerta.
Desde hace más de cien años sabemos por cientos de publicaciones científicas que el CO2 es limitante en la naturaleza y que con la adición de CO2 las plantas crecen mejor y los rendimientos aumentan considerablemente. Sabemos que el CO2 es la única fuente de carbono para toda la vida y toda biomasa viva y muerta, cualificándose así como el nutriente más importante de la vida.
Sin embargo, desde hace más de 30 años se acusa a las emisiones antropogénicas de CO2 de causar un peligroso calentamiento global. Esta percepción del mundo ha sido introducida en el cerebro de la humanidad con un enorme activismo mediático. El CO2 se presenta como un problema, como contaminante…
Durante al menos 3 décadas, todos los estudios sobre los «costes sociales del carbono» (desde Nicholas Stern hasta casi todas las agencias de la ONU, UNEP, UNFCCC, IPCC, FAO, TEEB) ignoraron categóricamente todos los impactos deseables de más CO2 en la atmósfera que se conocían desde hace décadas. Hasta la fecha, ningún científico puede comunicar ninguna propiedad positiva del CO2 en una revista científica reconocida sin «comprar» este derecho culpando al CO2 de alguna mala característica en esta misma publicación. En caso contrario, se rechazan los manuscritos.
Esto explica por qué los cada vez más numerosos informes sobre el enverdecimiento de la Tierra por el aumento del CO2 en el aire desde fuentes fósiles (que hasta el día de hoy son ampliamente ignorados por el IPCC, la política climática internacional y los medios de comunicación), advierten casi regularmente de un calentamiento global, potencialmente peligroso, a través de las emisiones antropogénicas de CO2 y otros GEI.

¿Cuándo por fin el IPCC, cuyo horizonte cronológico comienza alrededor de 1750, en plena Pequeña Edad de Hielo, podrá informar de que en el 95% de la historia de la Tierra, desde el inicio de la vida multicelular hace unos 600 millones de años, las concentraciones de CO2 han sido varias veces superiores, con temperaturas más altas y más bajas que las actuales.
Y que el 65% del Holoceno (los últimos 10.000 años desde el final de la última era glacial) fue más cálido que el presente a pesar de los niveles preindustriales (es decir, muy bajos) de CO2 en aquellos tiempos?
Ambos hechos indiscutibles son incompatibles con la histeria climática que se nos predica y la acusación a la humanidad de dañar el planeta por el «pecado» de usar combustibles fósiles emitiendo algo de CO2.