Los productores encaran ya el ciclo de la soja y acopian semillas e insumos que los delegados del MADES pretenden hacer aparecer como ilegales.
ASUNCION, 23-07-2022 (Chaco 4.0) – Está probado que el Ministerio del Ambiente está dispuesto a suscribir cuanto convenio venga impuesto por los grandes padrinos del ambientalismo extremo que anida en Europa. Nunca dudó en adoptar en forma acrítica normas que implican un vasallaje del país a criterios por completo apartados de la realidad paraguaya y que sólo generan obstáculos a la economía al tiempo de empoderar una serie de oenegés que operan como gendarmes para los padrinos europeos.
Esta condición está derivando, además, en la aparición de elementos del propio MADES que operan abiertamente en la extorsión y el chantaje.
Y siempre ocurre lo mismo: si no hay una denuncia pública y una intervención de los medios de comunicación, estos hampones que usan el ambientalismo como garrote se salen con la suya.
Pero esta vez fueron pillados infraganti.
EL CASO ALTO PARANA – Productores de Mbaracayú, Minga Porá e Itakyry están sufriendo la embestida de la fiscalía del ambiente de Alto Paraná. Actuando con ordenes judiciales genéricas, los fiscales han estado atropellando propiedades de productores locales y labrando aparatosas actas de intervención pretendiendo hacer aparecer como sospechosas las reservas de agroquímicos y demás elementos aplicables al cultivo de granos. A tal grado de abuso llegan en su prepotencia estos emisarios del MADES que la mismísima intendenta municipal de Mbaracayú, Nanci Algarín, radicó ante la Fiscalía General del Estado un pedido de intermediación para lograr “la pacificación de la población”.
SOSPECHAS RIDICULAS – En el acta redactada tras “romper candados y derrumbar puertas”, como dice con su lenguaje estúpidamente truculento, el fiscal ahora denunciado buscaba constatar la “producción ilegal, modificación genética y comercialización de maíz transgénicas”. Además de su redacción burda y llena de errores, el interviniente eligió ignorar que desde hace mas de 20 años en el Paraguay se cultivan 14 variedades de maíz genéticamente modificado (transgénico), tres de soja y tres de algodón.
También desconoce, por vileza o pura corrupción, que todo productor a escala acopia con tiempo semillas e insumos para encarar el próximo ciclo. En setiembre se lanzará el de la soja, que requiere gran disponibilidad de semillas, fertilizantes y defensivos agrícolas. Todas las fincas de producción de la cadena de la soja tienen en estos días sus depósitos llenos a la espera del lanzamiento de la temporada 22-23 de la oleaginosa.
Desconocer ese hecho solo tiene una explicación: extorsión, chantaje y “arreglos” extrajudiciales con los que permanentemente estos exponentes de la corrupción pública amenazan a la gente que trabaja.
INTERVENCION – Ante un atropello tan brutal como evidentemente extorsivo, el senador Javier Zacarías Irún fue más allá y movilizó a su cámara para instar al Poder Ejecutivo y su ministro del Ambiente a intervenir la oficina regional de Alto Paraná sobre cuyos funcionarios pesan denuncias por supuestos pedidos de dádivas (coimas) a los pequeños, medianos y grandes productores. Sólo ante estos planteos multiinstitucionales, finalmente el MADES se decidió a intervenir la oficina de Ciudad del Este, apartar a sus responsables y abrir un sumario administrativo para determinar la gravedad de los hechos denunciados.
MAQUINA DE GASTAR – Sólo en la intervenida oficina de Alto Paraná el MADES gasta mas de Gs. 210 millones al año de los cuales, sólo el jefe regional destituido se llevaba Gs. 92 millones.
El ministerio tiene una asignación presupuestaria de Gs. 56.000 millones anuales, el 87% en pago de salarios. El resto se va en viáticos, combustibles, servicios y movilidad.