Técnicos del Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria aseguran que el futuro de la fibra textil está en el Chaco.
ASUNCION, 27-06-2022 (Chaco 4.0) – Excelente rendimiento estáN obteniendo en una finca dedicada al cultivo de algodón en el Chaco central, zona Cáceres, 80 kilómetros al oeste de 220 Montanía.
El establecimiento pertenece a Alvin y Alfred Sawatzky, con una cobertura de 60 hectáreas plantadas en enero pasado y que alcanzaron a recibir unos 350 milímetros de lluvia durante su desarrollo.
Se trata de un cultivo mecanizado, con hileras con una separación de 90 centímetros y que han rendido en un rango de 3.500 a 4.000 kilos por hectárea.
Esta finca se ubica a la cabeza como una de las que mejor desempeño ha logrado en la presente temporada. Fuentes del Instituto Paraguayo de Tecnología Agrícola (IPTA) indicaron que el promedio de rendimiento de la fibra se ubica en los 3.500 kilos por hectárea entre los establecimientos chaqueños dedicados a su cultivo, con picos de hasta 4.000 en los mejores casos.
LA EPOCA DE ORO – A comienzos de la década de los ’90 el algodón era el cultivo estrella ocupando el primer lugar en las exportaciones seguido por la soja y en tercer lugar por la carne bovina.
El pico se alcanzó en 1990 cuando se exportaron 231.677 toneladas de fibra por valor de US$ 333 millones, siendo Alemania, Portugal y Argentina, en ese orden, los principales compradores seguidos de otros 15 destinos en todo el mundo. Para esa época, 220.000 de las 247.000 fincas de menos de 20 hectáreas se dedicaban al algodón como cultivo único en la región Oriental. Era el típico cultivo familiar, con escasa tecnología y rindes que rara vez superaban los 1.200 kilos por hectárea lo que obligaba a una constante lucha por fijar el precio de acopio que nunca daba buenos resultados.
Pero todo aquello pasó a la historia. El año pasado, apenas se logró exportar 5.700 toneladas por valor de US$ 11 millones.
Argentina, en cambio, ha logrado mantener un promedio, durante las ultimas dos décadas, de unas 400.000 hectáreas cubiertas por año pero con un rendimiento que se casi se ha duplicado de los 1.300 kilos obtenidos en 2.001 a los 2.500 en 2020. La producción se concentra en las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Santa Fe y está totalmente mecanizada, con semillas que han experimentado una constante evolución y adaptación y la incorporación de biotecnología expresada en el algodón BT o genéticamente modificado.