Si no le alcanza lo que recauda, baje el gasto. Es lo que hacen miles de hogares paraguayos que ya no dan más.
ASUNCION, 14-03-2022 (Chaco 4.0) – Me gustó la definición que encontré en el whatsapp. Dice algo así: “La gente no puede comprar alimentos más baratos porque tiene que soportar a los políticos más caros, una combinación de inmorales y analfabetos”.
Firmo al pie.
Es una síntesis magistral de lo que nos sucede como país.
Este año, el Gobierno se va a gastar 92.100.155.050.280 guaraníes, una cifra tan enorme que cuesta leerla.
Pongamos esto en cifras comparativas que puedan entenderse fácilmente. Son US$ 13.347 millones y cambio. Para juntar toda esa plata se necesitarían ocho veces y media la mejor exportación de carne de toda la historia del Paraguay: US$ 1.577 millones. O cuatro veces y media la mejor exportación de soja de los últimos cinco años, que fue de US$ 3.111 millones en 2021. O bien, 19 veces la mejor exportación de aceite de soja del último quinquenio, que fue de US$ 716 millones en 2018.
PAGAN LOS DE SIEMPRE – Para mantener toda la burocracia plagada de políticos sin preparación alguna más que para colocar paniaguados, el Estado recauda de mil maneras diferentes. El año pasado, 48 de los 92 billones salieron de los impuestos, tasas y contribuciones que cobra en una enorme cantidad de transacciones en todas las actividades imaginables. Las regalías y compensaciones de Itaipú y Yacyretá aportan otra porción de la torta. El resto se completa con deuda interna y externa que se asume en forma de créditos, bonos soberanos, contratos de préstamo de entidades de la administración central y las autárquicas, etc.
Naturalmente, de mil y una formas inimaginables para el ciudadano corriente que no está imbuido de las complejidades de este Gobierno manirroto, todo ese dinero -salvo las donaciones míseras que recibe el Estado- sale del mismo bolsillo: el contribuyente.
GASTADOR SERIAL – Trazada una línea final, las cuentas del gran capitán nos arrojan este resultado a grandes trazos:
- 60 billones (US$ 8.700 millones) van a sueldos de funcionarios que además reciben aguinaldos, horas extra, bonificaciones, complementos alimenticios, extras para vivienda y educación, vacaciones, seguros VIP, combustible, vehículos, aviones y demás gastos de oficina para los que se van a trabajar. Y un detalle: de esos 60 billones, 3,8 billones van a pagar intereses y amortización de deudas.
- 33 billones (US$ 4.800 millones) van a inversiones. Los únicos organismos del Estado que muestran alguna dinámica son Obras Públicas (8,7 billones) y ANDE (7,4 billones). Eso significa que solo dos entes concentran el 50% de los gastos de capital en un Estado con centenares de reparticiones que apenas pueden justificar su existencia pero que gastan sin medida.
PONERSE A DIETA – Para sostener los 155 ministerios, secretarías, direcciones, servicios, consejerías, gobernaciones, defensorías, institutos y demás entes del Estado, y la consiguiente sobrepoblación de 311.000 funcionarios, este Gobierno gasta 2 de cada 3 guaraníes que recauda en pagar salarios. Y como cada vez le alcanza menos el dinero, someten al país a una camisa de fuerza impositiva, exprimiéndolo.
No podemos seguir derramando ríos de dinero en una burocracia con enorme sobrepeso y escasísima eficiencia. Hay que hacerla perder la grasa sobrante y redireccionar los recursos emergentes en educación y salud públicas de calidad, más seguridad e infraestructura.
El Gobierno debe ponerse a dieta. Ya no hay de donde sacar más. La gente está empezando a salir a la calle para sacudir la modorra de este funcionariado obeso, cansada de estas largas digestiones presupuestarias al calor de la impunidad en un Estado capturado por auténticas bandas de saqueadores.
Ya basta.