Reimer señala la falta de una “política de Estado” en hidrocarburos. Para eso se necesita un estadista y de nada estamos más lejos que de un estadista.
ASUNCION, 16-02-2022 (Chaco 4.0) – Hubo una vez una guerra que soldados de extraordinario valor y patriotismo pelearon para mantener el Chaco bajo la bandera paraguaya. Lo lograron después de cuatro años de sacrificio y entrega a un ideal. Nunca pidieron nada a cambio. Sólo empuñaron su fusil y fueron al frente. Treinta mil dejaron allí su vida. Gracias a ellos hoy el Paraguay está intacto, tal como lo estaba aquel día de 1932 en que empezó todo. Gracias a ellos hoy el Chaco va camino a convertirse en una potencia económica. Ganado, frigoríficos, agricultura tecnificada, industrias, centros comerciales, acueducto, rutas que se abren paso en el otrora “infierno verde”…
También había gas natural que la ANDE utilizaba para mover la usina eléctrica de Bahía Negra. Y digo “había” porque a alguien se le ocurrió declarar reserva natural, o parque nacional, el sitio en donde la única empresa paraguaya que trabaja el rubro fue clausurado por el MADES. ¿Motivo? Su existencia es incompatible con la ley que crea el Parque Nacional Médanos del Chaco.
En realidad, eso es lo que dice la autoridad del MADES a la cual le importa un comino si con su descangallada gestión y su revoltijo de leyes y decretos contradictorios cierra el paso a emprendimientos productivos.
¿ES DE INTERES NACIONAL? – Diputado Reimer: Cuando Ud. pidió declarar de interés nacional los proyectos de inversión en la búsqueda y aprovechamiento de recursos de hidrocarburos, propuso aplicar una visión amplia de desarrollo y aprovechamiento de dichos recursos. Lastimosamente, el Gobierno no puede darle a usted, ni a los que pensamos como usted, ninguna visión amplia porque su política ambiental está en manos de improvisados, campo libre para oenegés que pretenden cerrar a cal y canto el Chaco y convertirlo en una especie de museo etnográfico y silvícola.
Límite de por medio, a pocas decenas de kilómetros, los bolivianos acaban de descubrir nuevas reservas de gas natural. Son 21 empresas bolivianas y extranjeras que se reparten el aprovechamiento de ese combustible. En los últimos 15 años, Bolivia facturó US$ 49.000 millones vendiendo gas a Brasil y Argentina. El último hallazgo se encuentra en los departamentos de Tarija y Chuquisaca, limítrofes con el departamento de Boquerón en donde se sacaba gas antes de que la “política ambiental” paraguaya obligara a clausurar los pozos de extracción.
¿Cómo puede explicarse que Bolivia desborde de gas natural mientras en el Paraguay no podamos extraer siquiera lo suficiente para llenar una garrafa?
SUERTE, SR. DIPUTADO – Sr. Reimer: Usted señala la falta de una política de Estado que con el tiempo nos lleve a emanciparnos de la dependencia de los derivados del petróleo. Pero para lograrlo necesitamos un estadista, no un simple administrador que trabaja para el corto plazo y que carece del más elemental proyecto de país siquiera a mediano plazo.
No solo Bolivia produce gas y petróleo. También lo producen Jujuy en Calingasta, Salta en la cuenca del Bermejo y Formosa en Palmar Largo. Estamos rodeados de campos petroleros y de gas natural en plena producción y nosotros buscándolos desde hace 80 años.
Y cuando se lo encuentra, no falta el burócrata mentecato que aplasta el hallazgo.
No se engañe, Sr. Diputado. No es solo torpeza o falta de patriotismo esta labor obstructiva a cualquier iniciativa para explotar hidrocarburos en el Paraguay. Piense que al año, importar combustibles y lubricantes es un negocio de por lo menos US$ 1.600 millones. Encontrar y explotar hidrocarburos es trabajo de empresas altamente tecnificadas, no de simples mercachifles que compran gasoil y nafta afuera y lo venden en el país.
Su iniciativa es altamente loable, Sr. Diputado Reimer. Pero usted bien sabe que va a tropezar con peces gordos que le van a poner trabas o, en el mejor de los casos, dejar que su proyecto se apruebe para luego sepultarlo en el olvido.
De cualquier manera, suerte Sr. Diputado. Todos la necesitamos.