Pese a las destructivas campañas ideológicas, la soja como alimento es un recurso de empleo generalizado.
ASUNCION, 23-01-2022 (Chaco 4.0) – Pese a las disolventes campañas alentadas por organizaciones supuestamente ambientalistas, la soja como materia prima para la elaboración de alimentos de alto valor nutricional sigue siendo un recurso habitual.
La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Oleaginosas (CAPECO) tiene en plena ejecución un programa de nutrición a base de soja que, en acuerdo con la Oficina de la Primera Dama (OPD) y organizaciones locales, están desarrollando en diversos puntos del país.
Los responsables de CAPECO de llevar adelante este programa ponen el tema en este marco conceptual:
“La desinformación de la población respecto a la calidad nutricional de los alimentos provenientes de los vegetales, en especial de la soja, es la realidad social que debe ser abordada en la presente iniciativa. Es importante proporcionar una adecuada información sobre la utilización de los alimentos existentes en nuestro medio, para sostener una buena salud; y para mantener la salud, será necesario que las familias alcancen una alimentación suficiente, variada y sana, que proporcione los nutrientes esenciales: macronutrientes tales como carbohidratos, proteínas y grasas y micronutrientes como vitaminas y minerales”.
Pero, ¿Qué virtudes tiene la soja como alimento humano? Veamos.
BANCO DE NUTRIENTES
Los médicos y los nutricionistas han identificado en la soja un elevado valor nutritivo, tanto en forma de germen, grano crudo o en aceite.
Como grano, la soja aporta por cada cien gramos un 36 por ciento de proteínas vegetales y 416 calorías.
Eso la equipara en valor proteico a la carne bovina, el huevo y el pescado, con una ventaja: es una proteína vegetal. Sus grasas no saturadas la convierten en un alimento saludable, en especial para el sistema cardiocirculatorio.
La soja es un almacén de toda clase de sustancias activas como la vitamina B (tianina, riboflavina y niacina), vitamina A, E y F. Además, es un banco inagotable de fósforo (bueno para el cerebro), calcio (fortalecedor del sistema óseo), cobre (estimulador del sistema nervioso) y por supuesto el hierro, materia prima de la hemoglobina que distribuye oxígeno a todo el cuerpo. Sus niveles de lecitina permiten asimilar las vitaminas, aumentar el colesterol bueno, reducir el colesterol malo y controlar los triglicéridos.
¿Alguien, en su sano juicio, podría argumentar que este alimento podría ser dañino?
HASTA DONDE HAN LLEGADO
CAPECO y sus aliados ejecutan un proyecto que apunta a la formación de agentes multiplicadores que impulsen la organización comunitaria. La finalidad es estimular la autogestión en las áreas de referencia del programa, promoviendo la participación, el involucramiento y el compromiso de los beneficiarios.
Meta inmediata de esta iniciativa es que la población adopte los alimentos a base de soja como altamente nutritivos, saludables y fáciles de obtener y procesar para la mesa diaria.
Con este esquema, las organizaciones involucradas ya llegaron a
- Zeballos cue – Departamento Central
- Santa Ana del Bañado Sur – Departamento Central
- Minga guazú – Departamento de Alto Paraná
- Iturbe – Departamento del Guairá
- San Juan del Paraná – Departamento de Itapúa
- Santiago – Departamento de Misiones
- San Antonio – Departamento Central
SOJA EN CIFRAS
Un reporte de CAPECO indica que este programa de nutrición con soja ha llegado en 2021, a través de la red descrita, a casi 21.000 personas en emprendimientos ubicados en distintos puntos del país. Nueve de ellos funcionan con equipos aportados por CAPECO y el decimo corresponde a la Pastoral Social de Tupã Renda, donada por la Cooperativa Pindó.