Un tercio del departamento de Concepción, 600.000 hectáreas, es tierra de nadie.
ASUNCION, 30-12-2021 (Chaco 4.0) – El año termina con un gran signo de interrogación que pesa sobre todo el país, con énfasis en la zona norte de la región Oriental: la imparable inseguridad. Dentro de este capítulo de gravedad extrema, el secuestro extorsivo ejecutado por el crimen organizado se ha “perfeccionado” a tal punto que el ultimo caso registrado se inscribe en la modalidad de secuestro exprés, de corta duración y desenlace rápido. Esto pone en jaque la función de las fuerzas de seguridad destacadas para combatir este delito y plantea una revisión de métodos y recursos para enfrentar este formato terrorista.
El ingeniero Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción, considera que la inseguridad castiga especialmente al productor rural, lo obliga a replegarse en las “zonas calientes”, restringiendo las inversiones y buscando mantener el empleo y la infraestructura a la espera de tiempos de mayor seguridad.
“EL IMPUESTO MAS CARO”
CHACO 4.0 -¿Hay algún cálculo estimativo de los costos que agrega la inseguridad a la producción?
CRISTALDO — El costo es muy grande pero no está sistematizado. Hagamos una simple analogía. Si yo tengo que gastar en un profesional para el campo, ¿qué prefiero yo, un ingeniero agrónomo o un abogado? Ahora tengo que renunciar al ingeniero para contratar un abogado. Eso, en cuanto a las invasiones. En el tema EPP, la gente ya no se va a su campo. Está obligada a manejarse desde lejos, con un costo encubierto muy grande y sobre todo muy difícil de cuantificarlo en guaraníes. Hay pérdida en productividad y eficiencia porque la gente ya no tiene tranquilidad para trabajar. El último caso fue un secuestro de propaganda que obligó a la comunidad menonita a responder a la extorsión y que puso a prueba su capacidad económica y de organización. Todo esto convierte a la inseguridad en el impuesto más caro y que todos pagamos.
CHACO 4.0 — ¿Han logrado los secuestros erosionar la voluntad de invertir especialmente en las zonas críticas de inseguridad?
CRISTALDO — Dentro de una visión macro, no creo. Están los proyectos tipo Zapag (papelera Paracel), además de la infraestructura que se está creando y que dinamiza la región y limita mucho el accionar de los grupos criminales. Ahora, si cerramos el enfoque y vemos a nivel de establecimientos en la zona caliente, la inversión es mínima. Como no es segura la gestión presencial, el dueño cuida mucho el capital tratando de sobrevivir dignamente conservando el trabajo para evitar que el personal se le vaya, esperando que pase la tormenta.
UN TERCIO DE CONCEPCIÓN ES TIERA DE NADIE
CHACO 4.0 — ¿Qué se logró hasta ahora, a su juicio, con el despliegue de la Fuerza de Tareas Conjunta?
CRISTALDO — Sin duda tiene que haber presencia de la fuerza en la zona caliente. El sistema funcionó en Colombia. Pero acá, la cuestión es diferente. En Concepción hay 1.800.000 hectáreas de las cuales 600.000 son tierra de nadie. Para cubrir extensiones como Antebi Cue, con 270.000 hectáreas más los otros asentamientos que no se sabe en manos de quiénes están, se necesita un esquema más eficiente. La gestión no da los resultados que espera la gente, es decir, que se neutralice los grupos delictivos, cosa que no se está haciendo. Y llevamos más de 20 años en eso. Pasaron varios gobiernos y ellos siguen tan campantes. Pero si uno mira los planes de esa organización y se tiene en cuenta sus objetivos iniciales, sin duda se la ha frenado. Siguen teniendo capacidad de daño porque son grupos irregulares que no operan frontalmente sino con golpes de mano.
CHACO 4.0 — ¿No será que falta inteligencia policial o militar?
CRISTALDO — Es un conjunto de varias cosas. Puede ser eso, o también falta de coordinación, celos profesionales, etc. Pero también hay muchos otros “jugadores” que contaminan la cancha, entre los políticos, los narcos… hay de todo. Hay que tener en cuenta que en Parque Nacional Paso Bravo hay más de diez pistas (de aterrizaje). Otra cosa: perdimos más de US$ 83 millones expropiando las 270.000 hectáreas de Antebi sin que se haya logrado el objetivo de asentar colonias porque toda esa tierra carece de aptitud agrícola. Ese es uno de los mayores fracasos de la reforma agraria. Pasaron 25 años y todo sigue igual, o peor. Antes había un dueño, ahora es tierra de nadie.
CHACO 4.0 — La ARP dejó planteó esta disyuntiva ante la inseguridad planteada por los secuestros: ¿Se hace cargo el Estado o será la ciudadanía la que deba poner freno?.
CRISTALDO — Está bien reclamar más seguridad, más eficiencia y resultados… todo eso está bien. Pero sugerir que nosotros llevemos la carga que corresponde al Estado es invertir los roles. Porque te pueden decir “entonces, véanse ustedes…” y qué vas a hacer, ¿seguir el camino de Colombia?
FIN DE LAS LEYENDAS Y LAS MENTIRAS
CHACO 4.0 — En 2022 se hace el censo agropecuario. ¿En qué forma podría contribuir a bajar los índices de inseguridad?
CRISTALDO — Por lo menos va a ayudar a romper los mitos, las leyendas y los discursos mentirosos. Ese es el primer paso. Lastimosamente llevamos cuatro años de atraso, ya que debió realizarse en 2018. Hasta ahora se sigue hablando sobre datos de 13 años atrás y muchos de los opinólogos trabajan con datos de los años ’70. El censo nos permitirá tener datos reales, la foto más actualizada de cómo está el campo. Ahora, en cuanto a la inseguridad, el censo sólo va a permitir disponer de información más real que permita planificar operaciones con datos más actualizados.
CHACO 4.0 — ¿Y el Catastro Nacional, que hay que esperar para el futuro?
CRISTALDO — En cuanto al catastro urbano, las cosas están un poquito más ordenadas. Y eso funciona. Pero el Catastro tiene un drama que arrastra desde hace décadas. Hasta 1992, era una herramienta que le permitía al Ministerio de Hacienda recaudar el impuesto inmobiliario. Pero ese año la recaudación pasó a los municipios y desde entonces, Catastro es para Hacienda una molestia que se coloca al fondo y a la izquierda, para que no moleste. Se lo dejó abandonado, de manera que hoy no tiene la capacidad tecnológica ni gente suficiente para cumplir con su rol, tal como ocurre con muchas instituciones paraguayas que tienen una oficina y un cartel pero no saben, no pueden o no quieren hacer su trabajo. Y luego están los grupos de presión, los mismos que promueven las invasiones. A esos les conviene que todo siga como está porque si las cosas se ordenan se les acaba el negocio.
CHACO 4.0 — ¿Qué factores determinan la persistencia de estas organizaciones de invasores profesionales?
CRISTALDO — Hay una triple alianza, integrada por aves del mismo plumaje que vuelan juntas. Los partidos son voceros, las organizaciones son funcionales a esos partidos. Un caso típico es el de Luis Aguayo, de la MCNOC, candidato del Frente Guazú con Carrillo. Toda esa gente juega en equipo, coordinadamente, pescando en rio revuelto. Así que la tripleta funciona mediante la conjunción de funcionarios corruptos, dirigentes sociales corruptos y políticos corruptos. El problema real no son los campesinos sin tierra sino los más de 150.000 campesinos que trabajan en lotes que no tienen títulos. En 80 años, el Indert (antes IRA, después IBR) distribuyó 3.200.000 hectáreas de las cuales el 62% carecen de titulación, es decir, 2.000.000 de hectáreas. Con un agravante: que no tienen idea de en qué manos realmente están esas tierras. Con el SIRT, en 3 años, el Indert relevó sólo 330 de las 1.200 colonias que puso en marcha. Son 870 colonias que permanecen en la oscuridad, sin datos relevantes y sin que se sepa quienes realmente poseen esas tierras. ¿A quiénes beneficia todo eso?