El crecimiento de la ganadería paraguaya se detuvo en 2014 y a partir de ese año, la producción quedó estancada.
ASUNCION, 20-11-2021 (Chaco 4.0) — Si bien en el presente año se logrará récords de faena y exportación de carne vacuna, el hecho no ocultará el estancamiento registrado en la ganadería paraguaya en los últimos siete años, por lo que debemos mejorar los índices de producción en la cría y recría para salir adelante y continuar creciendo.
En el año 2014, el hato ganadero alcanzaba las 14.700.000 cabezas. Fue, hasta hoy, un año histórico en cuanto a stock vacuno, como también en faena y exportación de carne.
En el presente año 2021 se superarán los registros de faena y exportación del 2014, pero no así el hato ganadero, el cual cayó durante los últimos siete años en 1.000.000 de cabezas en relación a 2014.
GANADERÍA JOVEN — Paraguay cuenta con una ganadería joven, comparándola con la de otros países, y venía manteniendo un crecimiento sostenido desde el año 2004 al 2014. Durante esos 10 años se produjo el mayor movimiento de inversión productiva privada en la región Occidental, que cuenta con unas 24.700.000 hectáreas.
El desarrollo de dicho territorio era notorio. La superficie de pasturas para engorde de vacunos ha venido aumentando paulatinamente, lo que impulsó la faena y la exportación de carne, con un sostenido aumento de los ingresos y un dinamismo y crecimiento económico constantes.
Es importante recordar de que gran parte de ese crecimiento se debió a la llegada de inversiones extranjeras interesadas en la actividad ganadera.
Cuando parecía que el crecimiento de la ganadería paraguaya continuaría por 2 o 3 décadas, éste se detuvo en 2014 y a partir de ese año la producción ganadera se vio estancada.
Una de las razones principales del estancamiento es la falta de rutas y caminos todo tiempo en gran parte del Chaco, lo que muchas veces priva al ganadero de realizar un manejo y cuidado sanitario adecuado en su rodeo con inevitable repercusión en su productividad. Esta situación es una de las mayores desventajas de la ganadería paraguaya a la que se le hace perder competitividad frente a sus vecinos.
BAJA PRODUCTIVIDAD — La ganadería como toda actividad tiene un inicio, un motor, que en este caso es la cría, es decir la producción de terneros, déficit que no podemos desconocer. Los productores de punta que en sus establecimientos logran tasas de procreo superior al 75% no son la mayoría sino una minoría. La tasa de procreo a nivel país no supera el 48%, es decir que por cada 100 vacas servidas solo se logra destetar 48 terneros, lo que determina un índice muy bajo cuando lo comparamos con otros países donde la tasa de procreo supera el 70%.
Teniendo en cuenta que el rodeo paraguayo suma unos 13.700.000 vacunos y que en los primeros siete meses de este año hubo una alta extracción para faena, esta relación está provocando una caída del hato. Eso nos hace muy difícil reponer faenas anuales por encima de los 2.000.000 de vacunos debido al bajo porcentaje de destete, hecho que no permite un crecimiento sostenido de la ganadería paraguaya. Conclusión: es primordial aumentar la tasa de procreo.
ALTA FAENA DE VAQUILLAS — Los datos suministrados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) dan cuenta de una faena de vaquillas del 17 a 18% en el presente año, lo que consideramos inapropiado para dicha categoría, el verdadero motor de recambio para continuar creciendo.
Sería conveniente que dicho porcentaje no superara el 10% de la faena total, a fin de favorecer la posibilidad natural de crecimiento con que cuenta la ganadería paraguaya.
La alta faena de vaquilla se debe, en nuestra opinión, a la alta faena de animales enteros, que dentro de la faena de machos ocupa casi el 70%. Sólo un 30% de los machos son castrados, hecho que repercute en el aumento de la faena de vaquillas debido a que los mercados importadores de mayor valor llevan carne de novillos y vaquillas, no de animales enteros o toros cuya carne se considera industrial.
GRAN POTENCIAL DE CRECIMIENTO — Es importante señalar que en el Paraguay, a diferencia de otros países, la industria frigorífica no hace diferencia de precios entre novillo y toro, lo que provoca que la mayoría de los productores ganaderos no castren su producción de terneros.
En resumen: la alta faena de vaquillas y vientres jóvenes, es el tercer motivo del estancamiento del hato ganadero al no poder aumentar la cría, motor de la ganadería.
Otro obstáculo al crecimiento de la ganadería paraguaya es la falta de acceso a la mayoría de los mercados de alto valor, lo que desestimula al ganadero. Como país que exporta más del 65% de su producción de carne, el rodeo paraguayo depende más del precio de sus exportaciones que del consumo interno. Ingresando a mercados de alto valor, se valorizaría la carne y por consiguiente el ganado, favoreciendo a toda la cadena cárnica, lo que impulsaría a continuar creciendo.
Finalmente, el potencial natural ganadero del Paraguay podría superar las 20.000.000 de cabezas. Pero para llegar a esto es preciso corregir los puntos antes mencionados generando un compromiso entre gobierno, productores e industria.