El país no puede aceptar estas condiciones sin violar su propio Plan Nacional de Desarrollo 2.030 en plena vigencia y con alto compromiso ambiental.
ASUNCION, 04-11-2021 (Chaco 4.0) – Según la agencia France 24, unos 100 países acordaron reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030, un pacto presentado como una lucha “contra una de las principales causas del cambio climático”. La iniciativa es liderada por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, que simultáneamente reveló las nuevas reglas en su país para frenar el potente gas contaminante. Estas conclusiones están en pleno estudio en Glasgow, Escocia, y podrían aprobarse próximamente como parte de la cumbre climática de Naciones Unidas COP26.
¿Qué significaría para el Paraguay suscribir este “pacto del metano”? Especialistas paraguayos consultados indicaron que “de sumarnos a este pacto y asumiendo que sobre la línea base actual la emisión del metano debería reducirse en un 30% para el 2030, eso implicaría bajar un 27% de las emisiones de la ganadería y un 3% las emisiones actuales de arroz”.
MENOS GANADO VACUNO — ¿Y en números concretos, qué implicaría ese compromiso para el Paraguay? Es una meta que sólo se podría lograr si de las actuales 14.000.000 de cabezas de ganado vacuno, el sector pecuario acepta bajar sus existencias a no más de 10.200.000 cabezas para el año 2030. Es decir, 3.800.000 cabezas menos. Semejante objetivo implicaría invertir totalmente los planes de expansión del sector ganadero y empezar una retirada del negocio en lugar de expandirlo.
Es inimaginable la pérdida en inversiones que semejante meta impondría. También implicaría una drástica disminución en el ingreso de divisas que este año alcanzarán un nivel record en el rubro carne vacuna. Además, los principales afectados por este achique serían los pequeños y medianos productores quienes, al carecer de suficiente capacidad técnica para demostrar una menor emisión de metano, quedarían fuera de la cadena productiva en poco tiempo.
MENOS ARROZ – Por otra parte, para que el capítulo 30% menos de metano esté completo para el año señalado, los productores arroceros deberían achicar sus actuales extensiones de cultivo entre 2 y un 3%, tanto en arroz secano como de riego. Eso cancelaría todo proyecto de expansión del cultivo de un cereal que cuenta cada año con mayor demanda en los mercados internacionales.
Para tener una idea del crecimiento que está experimentando este rubro en el país, un estudio de la UNA indica que en 2020 la superficie de arroz superó las 165.000 hectáreas con una producción que bordeó 1.100.000 toneladas, lo que arroja un rendimiento promedio de 6.600 kilos por hectárea.
El “pacto del metano” echaría por tierra todos los planes de incremento de la producción y ampliación de los mercados.
PRIORIDAD, ADAPTACION – Especialistas nacionales señalan que el Plan Nacional de Desarrollo del Paraguay, aprobado en 2014 abarca hasta 2030 con objetivos bien definidos en cuanto a compromisos de lucha contra el cambio climático. Bajo este paraguas, que tiene rango constitucional, están en vigencia el Plan Nacional de Cambio Climático, la Política Nacional de Cambio Climático, la Ley Nacional de Cambio Climático así como los recientes documentos de las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC).
Esta malla documental en plena vigencia indica que la prioridad para la República de Paraguay es la adaptación a los fenómenos adversos del cambio climático. En ese marco, el país se ubica en la categoría de “condiciones excepcionales” por ser un país mediterráneo y “categorizado” bajo este nivel por la propia Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Prácticamente toda la agricultura paraguaya está adscripta a la siembra directa, la rotación de cultivos y el empleo de biotecnología, produciendo resultados plenamente contestes con los compromisos internacionales asumidos. Lo mismo debe decirse de la ganadería paraguaya, totalmente realizada a campo y pasto, en un ciclo cerrado de carbono que es ejemplo a nivel mundial.
DAÑO INMENSO A LA ECONOMÍA – La reducción de un 30% en las emisiones de metano en los países desarrollados podrá lograrse disminuyendo la cantidad de vehículos en circulación, principales responsables de la emisión del gas en toda la cadena de abastecimiento y consumo de carburantes fósiles. Muchos países de la UE y ahora Estados Unidos, tienen planes en marcha para eliminar gradualmente los vehículos movidos a derivados del petróleo para reemplazarlos por otros eléctricos.
Pero para nuestro país, eso implicaría tocar entre un 3% y un 6% del PIB anual y poner en riesgo casi 1.000 millones de dólares por año. Además, como queda dicho, miles de productores agropecuarios, en especial en el rango pequeño y medio, saldrían del sistema y deberían ir a buscar empleo en las ciudades, destruyendo así todo un mundo productivo en plena expansión.