Son 7,1 billones (millones de millones) de guaraníes que generaron renta y capitalizaron a campesinos que antes apenas subsistían.
ASUNCION, 29-06-2021 (Chaco 4.0) – Más de 43.000 fincas de menos de 20 hectáreas, repartidas en 10 departamentos de la región Oriental, recogieron una cosecha de unas 2.330.000 toneladas de soja que, comercializadas entre las mayores cerealeras del país, hicieron llover sobre este universo de pequeños productores al menos US$ 1.000 millones, es decir, 7,1 billones (millones de millones) de guaraníes.
Estos resultados garantizan un efecto derrame en términos de pagos de costos de producción como semillas, maquinaria, combustibles y agroquímicos. También estimula el comercio local además de agregar valor inmobiliario a las pequeñas fincas participantes.
Aunque el precio de acopio no llegó a los US$ 600 que alcanzó la soja en los mercados internacionales, sí garantizó un promedio de al menos US$ 400 la tonelada, un nivel satisfactorio teniendo en cuenta los vaivenes en los mercados y las condiciones climáticas no muy favorables de esta última campaña.
ENTRAN AL AGRONEGOCIO – La entrada al agronegocio es, para estas unidades de producción familiar, una posibilidad de capitalizarse, consolidar el crédito y expandirse hacia otros cultivos de renta, como de hecho ya lo están haciendo.
Durante los últimos meses de 2020 y primeros de 2021, muchos pequeños productores se embarcaron en el programa Avatiky de producción de maíz, una asociación entre comités locales, la Unión de Gremios de la Producción, el Instituto de Biotecnología Agrícola, el MAG y la empresa Bayer.
El sistema permitió a las pequeñas unidades familiares duplicar el rendimiento del maíz lo cual les arrojó no solo renta sino también producción suficiente para la alimentación y expansión de planteles lecheros.
Una familia completa de Caaguazú ha adoptado el programa en su propiedad de cinco hectáreas. Eva Giménez Mercado comentó que la finca es trabajada por cinco socios, todos con lazos familiares. Según la productora, están obteniendo hasta 40.000 kilos por hectárea en su parcela de avatiky, contando la planta completa incluido el marlo en su momento de maduración.
“Ensilamos la cosecha y la reservamos principalmente para alimentar las lecheras” especificó la emprendedora, quien añadió que tiene un plantel de 22 animales, ocho de ellos en ordeñe, obteniendo un promedio de 160 litros de leche por día. Parte de esa cantidad está destinada al consumo familiar y el resto va a comercialización.
PEQUEÑOS PRODUCTORES, GRANDES RESULTADOS – Un comité de 35 pequeños productores del distrito de Lima, San Pedro, obtuvieron, hacia marzo pasado, excelentes resultados de las 230 hectáreas de soja que cultivaron en sociedad.
Alejandro Colmán, coordinador del grupo, reportó una producción total de 700.000 kilos de la oleaginosa, con un rendimiento de promedio de 4.200 kilos por hectárea, muy por encima del promedio nacional que bordea los 2.800 kilos por hectárea. A valor de mercado y según los precios pagados localmente, este comité estaba en condiciones de recibir un ingreso bruto de Gs. 2.200 millones de guaraníes.
Un dato no menor en este proceso de consolidación del agronegocio es que estas pequeñas fincas campesinas están incorporándose progresivamente al programa de agricultura sustentable con biotecnología desarrollado por INBIO e impulsado por la UGP, la Coordinadora Agrícola del Paraguay y el apoyo del MAG.
Estas fincas rurales practican la siembra directa, con rotación de cultivos, introducción de abonos verdes y control integrado de malezas. Esto permite no solo obtener mejores rindes en los cultivos sino también reducir el uso de defensivos agrícolas racionalizando además la aplicación de fertilizantes.
Todo esto trabaja a favor de la conservación del ambiente y el control de emisión de gases de efecto invernadero.