UGP, CAP y la firma Bayer sostienen una iniciativa que ya cubre 2.000 hectáreas en seis departamentos y en fincas de 1 a 5 hectáreas.
CAAGUAZU, 28-01-2021 (Chaco 4.0) – Cuando la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), en alianza con Bayer Paraguay, pusieron en marcha el programa Avatiky en junio de 2020, gremios y desarrolladora de semillas apostaban a la alata calidad de la genética, la buena tierra, agua y sol y, sobre todo, al trabajo de pequeños campesinos en busca de lo que se denominaba “el aguinaldo” de fin de año.
El modelo desarrollado corresponde a un agronegocio típico que, bien gestionado, puede ofrecer excelentes rendimientos, sobre todo si se combina un buen material genético con un manejo adecuado de los cultivos y la combinación de varias actividades que permiten cerrar un ciclo anual con producción de subsistencia familiar y de renta que permite al productor capitalizarse y avanzar.
Los resultados son comprobables.
PRODUCTORES LECHEROS — Una familia completa de Caaguazú ha adoptado el programa en su propiedad de cinco hectáreas.
Eva Giménez Mercado comentó que la finca es trabajada por cinco socios, todos con lazos familiares. Según la productora, están obteniendo hasta 40.000 kilos por hectárea en su parcela de avatiky, contando la planta completa incluido el marlo en su momento de maduración.
“Ensilamos la cosecha y la reservamos principalmente para alimentar las lecheras” especificó la emprendedora, quien añadió que tiene un plantel de 22 animales, ocho de ellos en ordeñe, obteniendo un promedio de 160 litros de leche por día. Parte de esa cantidad está destinada al consumo familiar y el resto va a comercialización.
Estas unidades familiares acopian la leche fresca en reservorios de acero inoxidable que tres veces por semana son recogidos por las plantas industrializadoras. De esta manera, el productor se ahorra el costo del traslado del producto.
“El ensilaje está saliendo muy bien gracias a la semilla que nos ha entregado la UGP” concluyó la pequeña productora de Caaguazú.
El Proyecto Avatiky consistió en la distribución gratuita del material a razón de 500 hectáreas en Alto Paraná, 400 en Itapúa, 270 en Caaguazú, 180 en Misiones, 500 en San Pedro y 150 en Canindeyú. En total, 2.000 hectáreas cuyo estado de desarrollo depende de las lluvias caídas. Algunas parcelas ya han sido cosechadas y otras están a punto de serlo.
EXPERIENCIA SAN PEDRO — Tres colonias agrupadas en la Asociación 21 de Octubre de San Pedro norte están en el mismo tiempo de desarrollo de su producción, todo dentro del proyecto Avati K’y. La iniciativa comprende las colonias Barbero, 12 de Junio y Jaguareté Forest, que recibieron el material genético sin cargo. El ingeniero Rubén Sanabria, vicepresidente de la CAP, considera que el proyecto Avati K’y “es un sueño largamente anhelado por la UGP y la Coordinadora Agrícola, con el cual buscamos apoyar en forma gratuita a los productores que podrán comprobar así la importancia de incorporar tecnología en la agricultura familiar”.
Sanabria agregó que cuando se habla de pequeños campesinos es porque se los asocia a la baja productividad de sus fincas, producto de años de abandono y de baja inversión.
“El rendimiento del maíz es generalmente muy reducido por la falta de material genético de alto potencial además de otra serie de factores agregados” añadió Sanabria.
Por su parte, Leonardo Alfonso Martinez, de la comunidad nativa Acaraymi, lucha porque los agricultores indígenas reciban también la asesoría de los profesionales y técnicos agropecuarios.
“Necesitamos aplicar nuevas tecnologías –enfatizó Martinez- para darle más productividad a nuestra tierra. También queremos hacer lo mismo con la cría de ganado”.