Alentado durante la presidencia de Lugo, el atropello lleva 10 años de impunidad, a una propiedad que conservaba intactas 4.500 hectáreas de Bosque Atlántico.
ASUNCION, 14-12-2020 (Chaco 4.0) – La propiedad conocida como Estancia Pindó, manejada por Cabaña Don Enrique, había conservado 4.571 hectáreas de Bosque Atlántico mantenidas intactas como una reserva natural protegida por la ley de deforestación cero. Los administradores del establecimiento habían habilitado unas 770 hectáreas (en el lado norte contorneado por una ruta nacional) dedicadas exclusivamente a agricultura más con el propósito de despejar la visual en previsión de las amenazas de invasión que ya habían empezado en 2008, con el advenimiento de la presidencia de Fernando Lugo.
Los invasores, en un comienzo patrocinados por la Organización de Lucha por la Tierra (OLT) irrumpieron en la propiedad por el lado sur, empezando por allí la sucesión de atropellos.
REFRIEGAS, ARMAS Y HERIDOS – En 2014, se produce una refriega entre guardias de seguridad de Pindó y campesinos que intentaban introducirse de prepo en el establecimiento. Hay heridos e interviene la policía.
En 2015 vuelve la violencia. Más de un centenar de merodeadores asaltan la propiedad armados de escopetas, rifles y machetes, además de palos, foisas y todo tipo de elementos contundentes.
Se producen saqueos, amenazas de muerte y se incendian incluso varias dependencias del establecimiento ganadero. Los administradores inician acciones legales y las presentaciones empiezan a acumularse en juzgados y fiscalías. El entonces ministro del Interior Francisco de Vargas y luego su sucesor, Lorenzo Lezcano, prometen mover el caso y restablecer la plena propiedad. Pero pasa el tiempo y ni las autoridades jurisdiccionales ni las administrativas hacen nada a favor del desalojo de los usurpadores.
“Si el Estado legaliza la posesión de ese inmueble por la vía de la violencia, que es lo que buscan los invasores, estaríamos ante un sistema de gobierno anárquico, y creo que los paraguayos de bien no queremos vivir en esas condiciones”, había afirmado en 2017 Diego Torales, por entonces presidente de la Comisión de Defensa de la Propiedad Privada de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
INDERT, IMPOTENTE – Tratando de mover el caso y que la justicia actuara como corresponde, directivos de la ARP se reúnen con el presidente del Indert, a la sazón, Justo Cárdenas. Éste se mostró absolutamente impotente ante la situación de hecho que se consolidaba con el paso del tiempo. “Allí –en la estancia Pindó- hay asentadas mas de 1.000 personas entre hombres, mujeres, niños y ancianos. Hay hasta una escuela funcionando” alegaba el presidente del Indert.
Mientras tanto, más gente iba entrando al establecimiento y la depredación del bosque Atlántico continuaba a paso de carga. Para diciembre de 2019, de las 4.571 hectáreas originales apenas quedaban 2.592. Las restantes 1.979 hectáreas habían caído bajo el hacha y la motosierra, vendidos los rollos a los aserraderos u usados para la construcción de viviendas. En el mercado negro, un rollo de lapacho de seis metros de longitud puede venderse hasta por Gs. 7.000.000. Es imaginable la fortuna que deben estar sacando los invasores desde que empezaron la depredación. Y a los “ardientes luchadores por la tierra” aún le quedan casi 2.600 hectáreas más del sufrido Bosque Atlántico para convertir en cash, si el Gobierno nada hace para detener el destrozo y la depredación.
LA ARMADA BRANCALEONE – Una vez más, la Armada Brancaleone va al ataque. El video que se inserta al comienzo muestra al senador por el Frente Guasú Hugo Richer alentando a los usurpadores a “seguir en la lucha”, a “resistir” como si se tratara de la heroica defensa de Humaitá y no del alevoso atropello a la propiedad privada más rampante e impune de los ultimos tiempos.
En un discurso pronunciado en el lugar de la invasión, el senador Richer arengaba (video de arriba) de esta manera: “¿Cuál es nuestra tarea? Por el momento, resistir aquí. Y organizarse hasta que llegue el momento adecuado para presentar un proyecto de expropiación en la Cámara de Senadores”.
El “pequeño” detalle que olvida el senador Richer es que hay dos factores que impiden la expropiación.
- El articulo 98 del Estatuto Agrario establece que “serán desestimados los expedientes de expropiación de inmuebles que sean objeto de invasión u ocupación ilegitima y que hayan tenido intervención judicial”.
- Aunque depredada y saqueada por los invasores, la reserva de Bosque Atlántico está aún protegida por la ley de deforestación cero que impide el cambio de uso de suelo.
El senador Richer –y sus adláteres Lugo, Pereira, Santacruz, etc.- saben muy bien eso y sin embargo, con absoluto despliegue de vileza, van a ir adelante con el proyecto expropiador.