En alianza público privada, agricultores organizados entran al agronegocio de la mano de la biotecnología.
ASUNCION, 07-11-2020 (Chaco 4.0) – “Aquí hubo 42 grados de calor, hubo sequía y no lo vimos a Richer, no lo vimos a Lugo” exponía ante las cámaras Alejandro Colmán, productor de Lima, Deparatamento de San Pedro mientras mostraba parcelas de avatiky en pleno desarrollo, mientras en otro sector comenzaban a brotar –pese a la escasa humedad del suelo- parcelas de soja.
“De hambre no nos vamos a morir” aseguraba Colmán, quien integra un comité que ha logrado asociar a 35 familias con un total de 230 hectáreas en las que combinan y rotan cultivo mediante el sistema de siembra directa sustentable con biotecnología.
DIA DE GOBIERNO – Este miércoles 11 de noviembre se realizará en San Pedro del Ycuamandijú un día de gobierno del que participarán el Ministro de Agricultura y Ganadería, Ing. Santiago Bertoni, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción Ing. Héctor Cristaldo, dirigentes gremiales y asociativos locales para analizar la situación que enfrentan muchos pequeños productores de la zona.
Recientemente, una denuncia formulada por un docente afectó al comité integrado por Colmán con una multa de 5.000 jornales mínimos (Gs. 400 millones) que gracias a la intermediación de dirigentes rurales y la firme posición de los pequeños productores se logró revertir.
Estas acciones son llevadas adelante por políticos regionales, en especial intendentes y concejales municipales del Frente Guasú que permanentemente hostigan a los productores que han entrado en la cadena de valor de la soja.
Un caso paradigmático es el de Rubén Fariña, pequeño productor de la zona de Yhú, a quien una horda de encapuchados invadió su campo en donde le incendiaron una sembradora poniendo en riesgo la vida de uno de sus hijos. Gracias a la cooperación de productores locales, Fariña pudo recoger su cosecha de soja y reponer el daño causado.
ESCUELA AGRICOLA — “Mi casa es como una escuela agrícola; la gente entra y sale para preguntar como hago para tener tan buena producción” refiere Colman al tiempo que muestra con orgullo el grado de desarrollo de su parcela de avatiky.
El ejemplo de Colmán animó a los productores del entorno a dejar de lado el sistema convencional de siembra, aplicando prácticas sustentables y usando biotecnología. Son 35 familias que han decidido trabajar en forma conjunta, reuniendo un total de 230 hectáreas para sembrar soja en la zafra que se aproxima.
Mientras tanto, tienen en pleno desarrollo varias parcelas con avatiky, un choclo de buena cepa que madurará para diciembre como una suerte de aguinaldo para los productores.
“A la pobreza se la pelea con trabajo” enuncia el pequeño productor sampedrano, quien agrega un factor para nada menor: el uso de biotecnología que permite elevar los rindes, controlar mejor las plagas y dejar buenas ganancias. Ninguno de los integrantes del comité limeño tiene más de 20 hectáreas. Sin embargo, gracias a la asociación están alcanzando niveles de producción nunca antes imaginados.

ALIANZA PUBLICO PRIVADA — Después de mucho tiempo, los productores asociados han logrado ensamblar una verdadera asociación público privada con metas concretas de desarrollo. El Ministerio de Agricultura y Ganadería aporta técnicos que acompañan el proceso. El Instituto de Biotecnología (INBIO) ha puesto a disposición de los agricultores nuevas simientes desarrolladas, por un lado, en sociedad con el consorcio BAYER-Monsanto (maíz zafriña) y por el otro con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) para el programa Sojapar que entrega semillas de soja especialmente desarrolladas para las condiciones de suelo y clima locales. La UGP, en tanto, funciona como organismo articulador de iniciativas.
Tanto organismos del Gobierno, como los gremios de la producción y los desarrolladores de nuevas variedades de semillas han comprobado que la alianza con comités locales es la fórmula más eficiente para llevar a la pequeña agricultura asociada al terreno del agronegocio que asegura renta suficiente para avanzar en el mundo de la agricultura sustentable con biotecnología y apropiadas prácticas comerciales.
Y defenderse, además, del permanente hostigamiento de que son víctimas por parte de políticos y ambientalistas fuertemente ideologizados.