La integración con la agricultura permite producir una alta cantidad de fibra forrajera, con los maizales y los silos de sorgo preparando una buena reserva invernal.
AGUA DULCE, 28-10-2020 (Chaco 4.0) – El Dr. Egon Neufeld, de Agroganadera Faro Norte SA, nos proporciona los siguientes apuntes sobre las modernas técnicas de pastoreo racional que combinan agricultura y ganadería de alto perfil con el objetivo de aumentar los estándares de productividad y compensando los espacios críticos de pastoreo durante el periodo invernal.
La ganadería chaqueña está pasando de una cría extensiva a semi intensiva-intensiva mediante la integración agrícola ganadera.
Esa transformación se debe a que los índices productivos y de rentabilidad sobre el capital invertido deja cada vez menos margen, mientras el valor de la tierra sube cada día más.
Una de las razones por las que la ganadería debe pasar a ser semi intensiva o intensiva es que la producción medida en kilos por hectárea debe aumentar, meta que se alcanza cuando se logra producir más pasto.
ERRORES DE PASTOREO — Uno de los problemas más graves en el Chaco es la mala producción de pasto y su cosecha deficiente.
En primer término, porque se quiere ahorrar en semillas y eso hace imposible la densidad necesaria para la cobertura.
En segundo lugar, se tiene potreros grandes con una carga reducida, con animales pastoreando mucho tiempo en el mismo lugar y en cercanía de las fuentes de agua. Esto desemboca en un sobrepastoreo que forman peladares, con mortandad de las plantas madre y sin capacidad de germinación de las plantas nuevas, a lo que se suma la aparición de malezas. Mientras en el centro del potrero hay un pastoreo racionalmente aprovechado, en el fondo, a unos 800 metros de distancia del agua, se genera un subpastoreo, es decir, no se aprovecha el pasto. A veces, cuando el personal ve que hacia el frente el potrero está pelado, ya no va hacia el fondo. Y cambia de parcela. De esa manera se pierde mucho pasto, por no cosechar y también por sobrecosechar con lo que muere la planta.
PASTOREO VOISIN — La formación de una buena biomasa de pasturas y su correcto aprovechamiento con altas cargas, por corto tiempo y largo descanso (lo que llamamos una “optima cosecha”), logramos lo que se llama “voisin” (pastoreo racional), que se caracteriza por el empleo de potreros reducidos con alta carga –digamos, de 1 a 10 hectáreas entre 100 a 300 cabezas- durante no más de tres días continuados, rotando de un potrero a otro para dar tiempo al pasto a recuperarse.
Esto impide que el suelo se compacte porque tiene hasta 30 días de descanso posterior. La humedad permite que el pasto germine de nuevo y que la parcela se recupere.
La integración con la agricultura permite producir una alta cantidad de fibra forrajera, con los maizales y los silos de sorgo preparando una buena reserva invernal. En verano hay abundancia de pastura pero hacia marzo, la curva de producción cae. Es para esa fase invernal que necesitamos reserva forrajera en forma de heno, ensilaje, etc.
INTEGRACION AGRICOLA GANADERA — Esto es lo que llamamos integración agrícola ganadera, que implica destinar a ese fin un 10% del campo, produciendo fibra del más alto nivel de energía y concentración de proteína, a fin de enfrentar eficazmente el periodo invernal.