Paraguay no ha respondido a las exigencias de la UE generadas por el COVID-19, verdadero motivo de la suspensión momentánea de compra de carne paraguaya.
Miguel González, consultor de inversiones agropecuarias
ASUNCION, 31-10-2020 (Especial) — Desde hace tres semanas, en varios medios de prensa nacionales se viene informando que desde Europa se dejó de comprar carne paraguaya y del Mercosur a causa de los rebrotes de Covid-19. Esto no se ajusta a la verdad. Dos meses atrás informábamos que luego de la pandemia, los controles sobre los alimentos aumentarían y que los países que no se adaptaran a esos controles y exigencias correrían riesgo en los futuros envíos.
Lo que ocurre desde hace unas semanas es que Europa dejó de comprar carne paraguaya, pero no así carne uruguaya y argentina. Los volúmenes exportados desde ambos países son muy similares a los previos a la pandemia, es decir, más de 25.000 toneladas en lo que va del año.
URUGUAY SIGUE ADELANTE — Para entender mejor la situación, hay que saber que desde Uruguay se están enviando entre 450 a 600 toneladas semanales en las últimas semanas, lo que determina que en la práctica, los volúmenes de envío no han disminuido.
Las compras de la Unión Europea a Uruguay en las últimas tres semanas superan los US$ 4.000.000 por semana, lo que determina un valor de US$ 8.000 la tonelada, un promedio de 500 toneladas peso embarque semanales.
Si Europa dejó de comprar carne paraguaya seguramente se debe a otros motivos. Personalmente, desde hace un buen tiempo vengo informando que para ingresar y enviar volúmenes importantes de carne a mercados exigentes se debe cumplir con normas y controles. Dichos mercados hacen mucho hincapié en conocer el origen del producto mediante la trazabilidad. Además se busca consumir un producto natural, sano y de buena calidad, libre de hormonas y antibióticos, de animales jóvenes bien terminados y, con respecto a los machos, que los mismos sean «castrados» y no enteros, sobre razas británicas y sus cruzas, no índicas puras.
HACER LOS DEBERES –– Lamentablemente, el Paraguay no ha cumplido un trabajo acorde a las necesidades de los mercados más exigentes, por lo que creemos que este es el verdadero motivo de la suspensión momentánea de compra de carne paraguaya por la Unión Europea.
La sequía disminuyó considerablemente la oferta de animales gordos y paralelamente disminuyó más aún, la oferta de vacunos con las características mencionadas anteriormente.
Se debe tener en claro que en el presente y futuro, la seguridad alimentaria requiere un trabajo serio y confiable en lo que respecta a la producción de alimentos.
Y la carne no escapa a estas nuevas exigencias.