Hubo, además, un herido. La UGP exige justicia para Amado González y paz para trabajar».
SAN PEDRO DEL YCUAMANDYJU, 26-08-2020 (Chaco 4.0) – Un muerto y un herido es el saldo de un violento incidente durante el cual productores de granos locales fueron atacados a tiros por supuestos «sintierras» que merodeaban hace tiempo un establecimiento ubicado en Colonia Andrés Barbero, departamento de San Pedro.
La victima fatal es Amado González, de 44 años, quien trabajaba 20 hectáreas de su propiedad y era además operador de maquinaria. Gonzalez era miembro activo de la Asociación 21 de Octubre y dirigente de la Cooperativa Koga Poty.
Jordán Quiñónez, también productor del lugar, fue herido por los invadores debiendo ser trasladado en forma urgente al Hospital Regional de San Pedro.
JUSTICIA Y PAZ — La Unión de Gremios de la Producción emitió un comunicado exigiendo justicia para Amado Gonzélez y paz para trabajar.
El comunicado expresa que «estamos ante una nueva falla del sistema y de las instituciones, que ceden espacios ante quienes utilizan la violencia criminal como herramienta para conseguir sus objetivos. En puertas de un año electoral (municipales) se agudizan los “conflictos” estimulados por intereses electorales en busca de votos. Repudiamos a los que utilizan la violencia como herramienta política».
«Como sociedad -añade la UGP- tenemos la responsabilidad de separar los caminos: uno, sin salida, dejarse llevar por el populismo, que pasa por la violencia y termina en la muerte; y otro que transita por el trabajo y se abre a la libertad de elegir lo mejor para desarrollarse en la vida. El Estado paraguayo debe dejar de ayudar a falsos agricultores, invasores, delincuentes, traficantes y asesinos y apoyar al trabajador honesto que verdaderamente trabaja su chacra en busca de un futuro mejor».
«Es el momento de cortar de raíz toda violencia y pedir en forma urgente a los tres poderes del Estado acciones de carácter legal y un combate frontal contra la delincuencia disfrazada de reivindicaciones. Estamos a las puertas de una nueva zafra, 2020-2021, que se presenta como una oportunidad clave para reactivar la economía golpeada por este año de pandemia. Necesitamos paz para trabajar en el campo y así poder lograr ese objetivo».
IMPOTENCIA DE PRODUCTORES — “Nuevamente sentimos impotencia por no tener garantías ni seguridad en el campo. Amado González, nuestro compañero que hoy fue asesinado, era un hombre trabajador, un productor de granos que empezó de cero. Lamentamos mucho esta situación y estamos hartos de la ausencia del Estado con respecto a la invasión y conflictos por tierra”, manifestó Milciades Chilavert, representante de la Asociación de Productores 21 de octubre.
“González dejó 4 hijos y a su esposa. Era un padre ejemplar y un compañero de lucha inigualable. Exigimos justicia y que el Gobierno entienda que la reactivación económica y el progreso del país se dará en la medida que podamos trabajar tranquilos y seguros”, expresó Chilavert.
DIPUTADO CARTISTA – Carlos Codas, productor local, afirmó que los merodeadores que mataron a Gonzélez son instrumentados por el diputado Vicente Rodriguez del bloque cartista. Agregó que en varias oportunidades realizó denuncias a la fiscalía jurisdiccional pero que jamás se abrió una carpeta en averiguación de los hechos.
El productor afirmó que la raíz de los ataques a su establecimiento se funda en las manifestaciones que él y otros ciudadanos sampedranos realizaron “para denunciar la corrupción general que reina en la administración del departamento”.
“La fiscala general Sandra Quiñonez es cartista así que el fiscal local también lo es. La corrupción es general” agregó.
VIEJO CONFLICTO – Colonia Andrés Barbero es foco de conflictos desde que el Gobierno italiano decidió donar las 17.000 hectáreas el 13 junio de 2012 al gobierno ejercido entonces por Fernando Lugo, siendo gobernador departamental José “Paková” Ledesma.
El conflicto se desató de inmediato entre productores ganaderos afincados en el lugar y campesinos que reclamaban tierras dentro del programa de reforma agraria.
Desde 2013, los enfrentamientos son frecuentes y la conflictividad, lejos de atenuarse, ha ido in crescendo año tras año.