Instituciones españolas estudian el potencial de la siembra directa para aumentar el carbono orgánico de los suelos.
ASUNCION, 08-07-2020 (Noticias INBIO) — “La actividad agrícola es responsable de aproximadamente el 12% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España. Sin embargo, la adopción de buenas prácticas agrícolas puede ayudar a revertir la situación, aumentando el secuestro de carbono orgánico en los suelos”.
Esta es parte del informe difundido recientemente por la Universidad de Córdoba, España, que junto al Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, investigan el potencial de la siembra directa para alcanzar el objetivo de aumentar el carbono orgánico de los suelos.
En nuestro país, esta práctica forma parte del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología que lleva adelante el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO).
AGRICULTURA DE CONSERVACIÓN — La publicación especializada hace referencia a la experiencia española y afirma que la agricultura de conservación utiliza prácticas como la siembra directa (sembrar sin labrar previamente el suelo), las cubiertas vegetales y la rotación de cultivos, todas muy beneficiosas a la hora de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aplicando el modelo proyecto de beneficios del carbono, diseñado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, concluyeron en que la siembra directa de cultivos extensivos podía aumentar hasta en tres veces el objetivo de secuestro de carbono acordado.
“Con este estudio, se contrasta científicamente la capacidad de la agricultura de conservación para mitigar el cambio climático, ofreciendo así herramientas para políticas de gestión agrícola como la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, que actualmente se está debatiendo con objetivos verdes muy centrados en la mitigación y adaptación al cambio climático. Este estudio se encuadra dentro del proyecto europeo LIFE Agromitiga cuyo objetivo es contribuir a la transición hacia un sistema agrario hipocarbónico” destaca la publicación.
CUIDANDO EL SUELO — Otro de los beneficios de la siembra directa que se menciona en el estudio es la reducción de la erosión del suelo hasta en un 95%. De esta manera se estaría haciendo frente al principal problema medioambiental que es la pérdida de suelo.
Hace unos meses, desde la Dirección Nacional de Cambio Climático (DNCC) informaron que Paraguay participa a nivel mundial en la emisión de gases de efecto invernadero, relacionados con el cambio climático, con un 0,25–0,30 %. Cabe destacar igualmente que este bajo porcentaje se debe principalmente a las prácticas sustentables que se aplican, sobre todo en la agricultura, donde el 90% de los cultivos se realizan mediante la siembra directa.
Por otro lado, a nivel Mercosur, los cuatro países miembros juntos producen apenas el 2 % de las emisiones globales totales del planeta según lo expuesto por el Ph. Dr. Ernesto Viglizzo en una jornada sobre Cambio climático y sector agropecuario: certezas, incertidumbres y desafíos, oportunidad, realizado en Uruguay en agosto pasado.
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