Michael Shellenberger dice que “el cambio climático está ocurriendo pero no es el fin del mundo. Ni siquiera es nuestro problema medioambiental más serio”.
Condensado del sitio infovaticana.com.
Michael Shellenberger es conocido por sus campañas para mantener las plantas nucleares en actividad luego de años de haberlas combatido. Su funcionamiento, afirma hoy, ayuda a evitar picos de consumo de combustibles fósiles. Afirma, además, que ninguna economía sostenible puede basarse solamente en energías de origen solar o eólico. Las plantas nucleares, afirma, dan la estabilidad y previsibilidad que los sistemas necesitan. Lo contrario sería el caos.
Shellenberger, quien integra como asesor el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), afirma que los ambientalistas han engañado mucho al público.
“En nombre de los ambientalistas del mundo entero –afirmó- me gustaría pedir formalmente perdón por el miedo climático que hemos creado en estos últimos treinta años. El cambio climático está ocurriendo. Y no es el fin del mundo. Ni siquiera es nuestro problema medioambiental más serio”.
MENTIRAS Y VERDADES – Shellenberger se dedicó a desmontar una serie de mentiras en su libro “Apocalypse Never: Why Environmental Alarmism Hurts Us All” (Apocalipsis nunca: Por qué el alarmismo ambiental nos perjudica a todos).
Los principales puntos de descargo son los siguientes:
- Los seres humanos no están causando la “sexta extinción masiva”.
- El Amazonas no es “el pulmón del mundo”.
- El cambio climático no empeora los desastres naturales.
- Desde 2003, los incendios han disminuido un 25% en todo el mundo.
- La cantidad de tierra utilizada para la ganadería -el mayor uso de tierra llevado a cabo por la humanidad- ha disminuido en un total equivalente a la superficie ocupada por Alaska.
- Es la acumulación de combustibles de madera y la construcción de viviendas cerca de los bosques -y no el cambio climático- la causa de que haya cada vez más incendios y más peligrosos en Australia y California.
- Las emisiones de carbono están disminuyendo en las naciones más ricas. En el caso de Gran Bretaña, Alemania y Francia bajaron de manera constante desde mediados de los años 70.
- Producimos un 25% más de alimentos de los que necesitamos, y el excedente de alimentos seguirá aumentando con el calentamiento global.
- La prevención de futuras pandemias exige más, y no menos, agricultura “industrial”.
- Las granjas y la agricultura moderna son la clave para la liberación humana y el progreso medioambiental.
GRUPOS ECONOMICOS — Shellenberger considera que hay motivos económicos, políticos e ideológicos que han impulsado todas las mentiras y tergiversaciones sobre el cambio climático. “Los grupos medioambientales han aceptado cientos de millones de dólares de los beneficios derivados de los combustibles fósiles –afirma el experto-. Los grupos motivados por creencias anti-humanistas han obligado al Banco Mundial a dejar de intentar acabar con la pobreza, convirtiéndola en una pobreza ‘sostenible’. Y detrás de mucho de este alarmismo hay estados de ansiedad, depresión y hostilidad a la civilización moderna”.
Finalmente, Shellenberger afirma:
“La ideología que hay detrás del alarmismo medioambiental -el maltusianismo- ha sido repetidamente desmentida desde hace 200 años y, sin embargo, ahora tiene más poder que nunca. No obstante, hay razones para creer que aunque el alarmismo medioambiental no se termine, tendrá un poder cultural cada vez menor”.