
El Banco Central emitió una disposición que obliga a los exportadores a liquidar sus dólares en el mercado. La divisa cerró este miércoles a más de 60 pesos.
ROSARIO (Agrofy News) — A mediados de julio cerró la cosecha de soja con una producción estimada en 56 millones de toneladas, de las cuales apenas un 45% tiene precio firme.
Esto se da en un contexto de incertidumbre local e internacional, en donde el dólar subió con fuerza en las últimas semanas por el resultado de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), mientras que en el mercado de referencia hay presión de la guerra comercial y los datos que informa el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) sobre la cosecha en ese país.
Desde fyo.com analizaron el ritmo de comercialización tomando los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
PRIORIZAN CEREALES — Al momento de comercializar la cosecha, los productores priorizaron los cereales por sobre la oleaginosa.
La venta de maíz se encuentra sobre el promedio, mientras que la de soja presenta cierto atraso.
«En la semana finalizada el 21 de agosto se comercializaron aproximadamente 1 millón de toneladas de soja correspondiente a la campaña 2018/19, en línea con la semana anterior«, informaron desde fyo.com. En este sentido, se llevan comercializadas 33.2 millones sobre una producción de 56 millones de toneladas.
«Dicho volumen representa el 59% de la producción, por debajo del promedio de años anteriores«, destacaron.
Por otro lado, las compras a precio suman 25,4 millones de toneladas que representa el 45% de la producción: «Se mantiene por debajo del promedio de años anteriores«.
MEDIDA DEL BANCO CENTRAL — El Banco Central Argentino dispuso este miércoles una medida que apunta a que los exportadores vendan sus dólares en el mercado local.
La entidad monetaria impone que las grandes exportadoras no podrán tomar créditos por más de 1.500 millones de pesos. Para aspirar a un volumen mayor necesitan la conformidad expresa del Banco Central.
La medida parece dirigida especialmente a los grandes exportadores de soja que retienen dólares mientras esperan que la disparada del dólar –debido a la crisis política- licúe gran parte de sus acreencias en pesos.