Felipe Sola, diputado kirchnerista, anticipó que si vuelven al Gobierno van a reinstaurar la Junta Nacional de Granos para regular el precio del trigo.
BUENOS AIRES (Agrofy News) — Felipe Solá, diputado kirchnerista y posible ministro si Cristina Fernández llega nuevamente al poder, anticipó que van a aumentar las retenciones al agro y a intervenir en el mercado cerealero reinstaurando la denominada Junta Nacional de Granos. Este organismo se encargaba, en el pasado, de fijar el precio del trigo e intervenir en el mercado cerealero argentino.
VOLVER AL PASADO — Consultado sobre si se tendrían que haber aumentado las retenciones luego de la fuerte suba del dólar tras el resultado de las PASO, comentó que se tendría que haber actualizado la alícuota para el complejo soja. En tanto, para el trigo «habría que volver a un sistema que estuvo durante muchos años«, señaló en referencia a la Junta Nacional de Granos.
Según explicó, con este sistema «el Gobierno se reserva una cantidad de granos y se la vende a los molineros, pactando así el precio del pan».
«El precio del pan no puede estar atado ni al tipo de cambio ni al precio internacional del trigo», agregó Solá. «Creo que hay que volver a eso», destacó en relación a la Junta de Granos.
APENAS UN 10% –– Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) destaca que el precio del trigo tiene apenas un 10% de incidencia sobre el precio del pan. El resto corresponde a impuestos (21%), mano de obra (32%), otros costos y utilidad (37%).
Felipe Solá fue nombrado como posible Jefe de Gabinete en el Gobierno de Alberto Fernández tras el triunfo del candidato opositor en las PASO.
Pero el mismo Solá se encargó de alejar estos rumores en una entrevista con diario Perfil: «No creo ser el indicado para jefe de Gabinete de Alberto Fernández, debe ser alguien más joven».
“BUENAS INTENCIONES” — La Junta Nacional de Granos fue un ente estatal de regulación del mercado de granos en Argentina, fundado en 1933 bajo la presidencia de Justo. En ese entonces se llamó Junta Reguladora de Granos. Esa junta compraba el trigo, el maíz y el lino que se le ofreciera a precios establecidos por el Gobierno para venderlos a los exportadores. Si las operaciones dieran lugar a quebrantos, se cubrirían con recursos del Fondo de Cambios del Banco de la Nación. El propósito consistía en que los agricultores tuvieran precios compensatorios sin finalidades estatistas y monopólicas.