Retiene agua para tiempos secos, ayuda a moderar las temperaturas y captura tanto carbono como lo haría un bosque nativo.
Chaco 4.0
CURITIBA, 6 de junio de 2019 (Agencia de Noticias de Paraná) — Importantes referentes brasileños destacan el impacto altamente positivo que ha alcanzado, a nivel mundial, el empleo de la siembra directa en las labores agropecuarias, una técnica nacida hace más de tres décadas en el estado de Paraná.
El secretario de Agricultura y Abastecimiento, Norberto Ortigara, señala que la siembra directa ha traído grandes beneficios a la agricultura mundial. «Comenzó en Paraná, se extendió y ganó el mundo. Hoy en día, los grandes cultivos se implantan sin técnicas antiguas que implicaban la desintegración del suelo y la facilitación de la erosión, con consecuencias perjudiciales para la agricultura«, dice Ortigara.
«Es una técnica revolucionaria que ha permitido un fantástico avance en la productividad de todos los cultivos, además del gran beneficio para el suelo y el medio ambiente. Ha contribuido en gran medida a evitar la erosión” explica el funcionario paranaense quien agrega: “Tenemos un reconocimiento del progreso de esta metodología, del esfuerzo de investigación pública que ha hecho que esta forma más eficiente de producción esté disponible para la agricultura mundial«.
Retiene agua en el suelo…
Por su parte, el investigador del Instituto Agronómico de Paraná, Arnaldo Colozzi, señala que “el sistema aporta varios beneficios, uno de los más importantes de los cuales es aumentar la retención de agua en el suelo, una necesidad creciente durante los períodos de sequía o lluvias intensas, que se han vuelto más comunes”.
Heverly Moraes, también investigadora del IAPAR, explica que la temperatura ha aumentado gradualmente con el tiempo en la gran mayoría de los municipios del estado de Paraná. Según ella, en Londrina, en el norte del estado, donde tiene su sede el instituto, la temperatura promedio en enero de este año fue de 25,8ºC, superando el promedio histórico de 23,9ºC de los últimos 44 años.
Heverly recuerda que la agricultura paranaense sufre de sequía desde noviembre de 2018. Se registraron pérdidas en porotos, maíz y soja, además de hortalizas.
«Toda esta adversidad climática que perjudica a la agricultura tiene un impacto directo en la ciudad. El principal impacto es el aumento del precio de los alimentos en la canasta básica y, en consecuencia, el aumento de la inflación«, advierte el investigador.
…Y también fija carbono
Para mitigar los efectos de las altas temperaturas, combinadas con menos lluvias y mayor intensidad de precipitaciones, el sistema de siembra directa contribuye eficazmente con el productor rural y los residentes de las zonas urbanas. Las investigaciones realizadas por IAPAR muestran que la infiltración de agua en el suelo es del 100%, mientras que en el suelo descubierto se pierde un tercio del agua.
«Esta agua, que es necesaria para la agricultura durante la sequía y que todavía transporta mucha tierra, causando erosión en el campo«, explica el investigador Cezar Araujo.
«El suelo que perdemos en la agricultura también puede encarecer el tratamiento del agua y contribuir a la colmatación de ríos y lagos, perjudicando a todos«, dijo.
Araujo también destaca la cantidad de siembra directa que mantiene el carbono en el suelo.
«En la investigación que realizamos, reteníamos 22 gramos de carbono por kilogramo de suelo, casi la misma cantidad que un bosque nativo. Esto significa que bajo ciertas condiciones la siembra directa es tan eficiente como un bosque para mantener el carbono en el suelo«, dice.
El carbono es un componente químico eliminado de la naturaleza por la acción humana, como en la fabricación de combustibles. Cuando una tecnología retiene carbono en el suelo está ayudando a minimizar los impactos del calentamiento global y a mejorar la calidad de vida de toda la sociedad.