
Exportadores paraguayos consideran excelente la medida. «Primó el sentido común» manifestó José Berea, presidente de CAPECO.
De haber persistido la medida, las exportaciones de soja en grano con destino a las plantas de crushing argentinas habría caído drásticamente. Pero a partir del viernes 17, Hacienda emitió otro decreto, el 361/2019, que vuelve a fojas cero la cuestión del gravamen a la importación de soja.
En 2018, Argentina fue el principal comprador de soja paraguaya, acaparando el 67 por ciento de los envíos de la oleagnisoa paraguaya a los mercados internacionales.
La revisión de la medida fue anunciada el fin de semana pasado por el Ministro de Economía y Hacienda Nicolás Dujovne, a quien los industriales le cursaron una nota solicitando la exclusión de la oleaginosa del regimen tributario del 2,5% pues pondría en peligro toda una cadena de industrialización y comercialización.
Aunque Argentina es uno de los principales productores mundiales de soja, las industrias transformadoras que producen la harina usada en la mezcla de balanceados para alimentación animal necesitan la soja paraguaya que rinde hasta un 10% más de proteína en el proceso de industrialización. Esto ha asegurado un mercado permanente para los exportadores paraguayos que esperan colocar, este año, partidas similares a las enviadas el año pasado.
«Matar la gallina de los huevos de oro»
El portal agrofy.com citó a Gustavo Idígoras, presidente de CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y CEC (Centro Exportador de Cereales), diciendo que había enviado una carta al ministro de Hacienda alertando del impacto que generaba la implementación de la tasa de estadística sobre las compras de soja, que indirectamente llegaba a afectar a los productores. El titular de la cadena de la soja también había advertido del impacto, graficando que el peligro era «matar a la gallina de los huevos de oro«.
En tanto, el reclamo también había sido encabezado por la la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).