Al no existir banquinas o espacio para estacionar, los transportistas deben detenerse en plena ruta para esperar turno de inspección.
Voceros de los transportistas advierten que esas largas esperas sobre la calzada entorpecen el tránsito durante el día en la Transchaco y agregan un factor de riesgo durante la noche, por mucho que se esmeren en señalizar con balizas o luces la interminable fila de camiones.
Autoridades de COLCAT habían anunciado en su momento la adopción de nuevos parámetros a fin de agilizar las inspecciones, especialmente en el control de guías de traslado. “Lo que se busca finalmente con estas medidas –había expresado el presidente de la comisión- es que los controles sean ágiles, expeditivos y eficientes”.
Los camiones en espera llegaron a formar una fila de hasta 5 kilómetros. Esta situación podría repetirse con frecuencia, dado el intenso tránsito que caracteriza a la Transchaco, muchos de cuyos tramos muestran deterioros que hacen ya de por sí azaroso circular por ella.