El documento habla de tecnologías de agricultura de precisión, manejo de nitrógeno, siembra directa y adopción de cultivos de cobertura.
Video: Equipo de siembra tecnificada en Agua Dulce, Chaco norte.
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WASHINGTON (USDA) Marzo 15-2017 — Empresas del rubro de la alimentación así como las organizaciones medioambientales y los productores agrícolas están fijando objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de las granjas.
Estos objetivos se logran a través de prácticas de conservación como la agricultura de labranza reducida, tecnologías de precisión y tractores de dirección automática. Sin embargo, no hay muchos datos coherentes a nivel nacional que ayuden a los agricultores y a los responsables de la formulación de políticas a saber qué prácticas se están utilizando y cómo la adopción de esas prácticas está cambiando con el tiempo.
En un nuevo informe, USDA ofrece datos consolidados sobre los diez años de prácticas de conservación para la reducción de GEI en los Estados Unidos. Un estudio sobre conservación medioambiental en tierras de labranza (Agricultural Conservation on Working Lands: Trends from 2004 to Presente) abarca un periodo que va de 2004 hasta el presente y combina datos sobre la adopción de prácticas que incluyen tecnologías de agricultura de precisión, manejo de nitrógeno, siembra directa y adopción de cultivos de cobertura, todas las cuales reducen las emisiones de GEI y almacenan carbono en el suelo. El informe se centra en las prácticas de conservación de tres cultivos principales: maíz, soja y trigo e informa sobre las tendencias por región y tamaño de las granjas.
El estudio técnico señala que estas prácticas generan beneficios adicionales, como la reducción de los costos de producción, el aumento de los rendimientos y la mejora de la calidad del suelo y del agua.
A manera de ejemplo, el informe examina la creciente popularidad de la tecnología de dirección automática, es decir, los sistemas de guiado de tractores por GPS. Sólo para el cultivo de maíz, el uso de la dirección automática aumentó del 13 por ciento en 2005 al 56 por ciento en 2016. Los beneficios son muchos: se ha comprobado que la dirección automática mejora la eficiencia, ahorra dinero, reduce la fatiga del operador, mejora la siembra de cultivos en hileras, reduce el uso de combustible y la aplicación excesiva de fertilizantes nitrogenados.
El informe reúne varios conjuntos de datos de encuestas del USDA sobre producción de alimentos y prácticas de conservación. Por lo general, estas encuestas se centran en un lugar o cultivo en particular en un solo año y, hasta ahora, los datos relacionados con la conservación que recogieron no se informaban en un solo lugar. Esto dificultó el desarrollo de un panorama completo de la adopción de prácticas de conservación en todo el sector agrícola y a lo largo del tiempo. Las fuentes de datos incluyen el Servicio de Investigación Económica y la Encuesta de Gestión de Recursos Agrícolas (ARMS) del Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas y el Proyecto de Evaluación de los Efectos de la Conservación de Recursos Naturales (CEAP) del Servicio de Conservación de Recursos Naturales.
Las estadísticas resultantes proporcionan un panorama más completo de las prácticas de adopción de la conservación en todo el sector agrícola.
