El último Informe Mensual de Actividades Económicas del Banco Central habla de una “menor producción de soja” que incide en las proyecciones de crecimiento de la economía.
El IMAEP de enero informa que en el sector primario se verificó una caída significativa en la actividad agrícola, lo que se explica por la menor producción de soja. Esto ha obligado al BCP a revisar a la baja sus estimaciones sobre el crecimiento de la economía en 2019. Los distintos actores de la cadena de la soja citan tres factores clave en esta contracción: la prolongada sequía, la caída de los precios internacionales y el “factor incertidumbre”.
Clima y precios en contra
El Presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Ing. Hector Cristaldo, informó a ABC Color que una combinación de clima desfavorable y caída en los precios internacionales hará que los ingresos por soja de la campaña 2018/2019 caigan unos US$ 700 millones. Cristaldo refirió que “el costo de producción, el de comercialización y el clima son tres factores que definen cuánto se va ganar, y si el clima y el precio están en contra, entonces complica el escenario”. Y enfatizó:
“La caída es fuerte. A esto se le suma la disminución de precios y eso, así rápido, sin afinar los números, representan unos US$ 700 millones menos en exportación para el país. Pueden cambiar los números, pero en principio ese es el primer cálculo que tenemos”.
El factor incertidumbre
Por otra parte, las industrias transformadoras agrupadas en la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO) ya habían advertido en su informe mensual de enero pasado que la molienda del primer mes de este año arrancó con una merma de 150.000 toneladas con respecto al mismo mes de año pasado.
“Esta situación -dice el informe- guarda relación con la decisión de las industrias de iniciar su proceso de molienda más tarde que en años anteriores, lo que se explica en un contexto de bastante incertidumbre para el sector, que viene de varios años con cambios constantes en las reglas que afectan a su competitividad y que se encuentra expectante a un nuevo proceso que podría volver a modificarlas para peor”.
El gremio asegura que de no revertirse este factor, incluso las industrias procesadoras “terminarán exportando granos en lugar de procesarlos, dejando pasar una oportunidad para el Paraguay”.