Su presencia puede reducir el desarrollo corporal en vaquillonas, disminuir la producción de leche, el peso de los terneros al nacer y el porcentaje de preñez,
Con datos técnicos del INTA
El descubrimiento fue hecho por técnicos del Servicio de Diagnóstico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y habla de la presencia del hongo endófito Epichloë coenophiala, que ataca principalmente a la pastura festuca, un género de poáceas integradas por aproximadamente unas 450 a 600 especies, muchas de las cuales se consideran excelentes forrajeras. En Argentina, según hallazgo del INTA, el 97 % de los potreros analizados están infectados con el hongo endófito, lo cual determina que la planta infectada intoxique a los animales pudiendo reducir el desarrollo corporal en vaquillonas, mermar la producción de leche, el peso de los terneros al nacer y el porcentaje de preñez.
El Ing. Juan Ignacio Poo, especialista en salud animal del INTA de Balcarce, provincia de Buenos Aires, informó que «el síndrome distérmico -o golpe de calor- se presenta en verano y los principales síntomas son excesiva producción de saliva, aumento de la frecuencia respiratoria e hipertermia. Además, disminuyen el consumo de forraje».
Recomendaciones para reducir la infección
Según se reporta en la Web del INTA, para reducir los efectos generados por pasturas infectadas, se recomienda realizar el pastoreo de la festuca parasitada por el hongo durante abril y septiembre. En este esquema, se deben retirar los animales en octubre para evitar las mayores temperaturas y el aumento en la concentración de toxinas en las plantas. Poo recomendó “evitar el semillado y la dispersión de las semillas infectadas produciendo el corte de la planta en noviembre”. Y agregó: “Debido a que la eliminación de la festuca infectada no es fácil, proponemos la intersiembra con otra forrajera para provocar un efecto de dilución de las toxinas”.