Desde el exterior se intenta mantener a cientos de miles de habitantes rurales -programas de “cooperación” mediante- sembrando sólo lo justo para comer y trabajando apenas para durar.
ASUNCION, 31 de agosto de 2024 (Chaco.0) – Cuatro años atrás, el programa Avatiky, impulsado por la Unión de Gremios de la Producción, la Coordinadora Agrícola del Paraguay, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y la empresa Bayer, pusieron en marcha este programa con la idea de agrupar a pequeños productores en comités que les permitiera cultivar, a escala mayor que la tradicional, un rubro que todo campesino paraguayo conoce muy bien: el maíz.
La experiencia prendió, muchos dueños u ocupantes de pequeñas parcelas de menos de 20 hectáreas entraron al programa. Muy pronto se vio que no se trataba de un «programa mas de cooperación» sino un emprendimiento mucho más abarcante en el que se disponía esencialmente de:
- Semilla de alta genética y germinación garantizada (Bayer)
- Buenas prácticas sustentadas en programas de agricultura fundada en biotecnología (UGP)
- Programación de cultivos según su destino de consumo personal, de renta o bien dedicar parte de la cosecha a refuerzo nutricional de animales (CAP).
- Apoyo y asistencia técnica (MAG).
Esta verdadera alianza publico-privada está rindiendo sus frutos en casi todas sus variables. Para esta campaña se cree poder llegar a unas 10.000 familias campesinas que no sólo tendrán producción suficiente para consumo propio sino que podrán programar la venta de excedentes de la manera que les recomienden los asesores de la UGP-CAP, la desarrolladora de semillas y el MAG.
Avatiky se inserta, además, en los programas de rotación de cultivos que permiten mantener la salud del suelo y su biodiversidad.
QUINCE MIL HECTAREAS
Esta temporada, Avatiky se extenderá por los departamentos de Alto Paraná, Caguazú, San Pedro, Itapúa y Canandiyú. Se espera cubrir unas 15.000 hectáreas esperando beneficiar a unas 10.000 familias. El rendimiento depende de muchas variables, pero al usar semillas certificadas de alto poder germinativo y emplear buenas prácticas agrícolas con siembra directa y rotación de cultivo, los resultados en general están siendo alentadores.
¿Cómo sería esta temporada? Datos estimativos indican que la producción estaría entre un mínimo de 22.500 toneladas (rinde 1.500 Kg/ha.) y 37.000 toneladas (rinde 2.500 Kg./ha). En algunas parcelas se ha logrado obtener hasta 8.000 Kg. por hectárea. Pero como preferimos ser prudentes, nos remitimos a los resultados anteriores que consolidan un sistema de producción bueno para toda la cadena, empezando por los propios productores que no sólo tienen alimento de alta calidad para la mesa familiar sino también renta y apoyo nutricional para animales de cría.
NO SOLO EL AGUINALDO
Familiarmente, el programa Avatiky ha sido rebautizado por los productores con el nombre de aguinaldo ra porque sus resultados se recogen alrededor de fin de año y Reyes.
Pero este programa trae otros beneficios importantes, que trataremos de enumerar.
- Fomenta la asociación en comités de productores que de esta manera adquieren mayor capacidad de negociación.
- Los prepara para negociar con ventaja los excedentes comercializables del maíz, que al producirse en cantidades crecientes mediante este tipo de asociación e incorporación de biotecnología, permiten a los agricultores obtener mejores precios.
- Mejora los tiempos para la obtención de créditos en el mercado financiero.
- Protege con mayor eficacia a los agricultores con pequeñas fincas de 20 hectáreas contra los merodeadores que frecuentemente invaden campos, atacan maquinarias, queman cultivos, secuestran personas con fines extorsivos o intimidatorios y finalmente matan sin ninguna clase de consideración.
FIN DEL MEDIOEVO RURAL
Finalmente, esta creciente comunidad de pequeños productores asociados deja sin discurso a aquellas oenegés que intentan disuadirlos de entrar al agronegocio para mantenerlos en un estado larvario y medioeval.
Y es que definitivamente, esta gente se cansó de los discursos huecos, las consignas sin sentido, los intentos de manipulación a manos de políticos inescrupulosos y las operaciones financiadas desde el exterior que no han significado nada en el pasado, salvo intentar mantener a cientos de miles de habitantes rurales sembrando sólo lo justo para comer y trabajando sólo para durar.
El medioevo rural se está yendo del Paraguay gracias al esfuerzo combinado de pequeños y medianos productores que emplean en forma creciente las buenas prácticas agrícolas, el uso de siembra directa, la rotación de cultivos y el empleo de biotecnología que garantiza buenos resultados en el campo y mejores perspectivas para el trabajador de la tierra que empieza a ver un horizonte mejor iluminado.
Es una Aurora prometedora no solamente para el pequeño productor sino que también abre un futuro profesional para sus hijos.