Fabricantes de piensos para alimentación animal temen quedarse sin materia prima durante el primer semestre de 2025
ASUNCIÓN, 10-09-2024 (Chaco 4.0) — Mientras los fabricantes europeos de balanceados para alimentación animal advierten que podrían quedarse sin materia prima para elaborarlos -harina de soja- debido a las duras regulaciones para importarlos de extra zona, la Unión Europea “debe temer por su autoconservación, ya que se enfrenta a un declive lento y agonizante” según un informe del ex primer ministro italiano Mario Draghi, quien reclama un aumento del gasto presupuestario de US$ 882.000 millones anuales para poner fin a años de estancamiento.
Son dos duras advertencias que ponen en foco la situación creada en la comunidad de 27 naciones por una política económica y de regulaciones ambientales que está provocando cierres en masa de unidades de producción.
LAS COSAS CLARAS –– FEFAC está proporcionando una primera visión inicial del impacto económico potencial del EUDR en la cadena de piensos y el sector ganadero de la UE. EUDR se refiere a la normativa medioambiental en el comercio de bienes asociados a la deforestación, conocida también como Resolución 1115/23 de la Comisión Europea. FEFAC es la Federación Europea de Fabricantes de Piensos fundada en 1959 por cinco asociaciones nacionales de elaboradores de piensos compuestos de Francia, Bélgica, Alemania, Italia y los Países Bajos.
La demanda total del mercado de piensos de la UE para 2025, de unos 30 millones de toneladas de harina de soja, no puede satisfacerse con productos conformes con la Resolución 1115/23, debido a la ausencia de orientaciones operativas claras para los socios de la cadena de valor de la soja en lo que respecta a las importaciones y el origen en la UE.
Los proveedores consultados indican costos adicionales para el suministro de harina de soja que a partir de la R-1115-23 se han encarecido entre el 5% y el 10%, además de las cotizaciones normales del mercado
BAILE DE SOBRECOSTOS – El coste adicional directo de los productos de soja compatibles con la Resolución 1115/23 destinados a la alimentación animal en el primer y cuarto trimestre de 2025 oscila entre 750 millones y 1.500 millones de euros para el suministro de harina de soja a la UE, tanto la de producción local como la de extrazona. También aumentarán los costes de las proteínas alternativas vinculadas a las cotizaciones de la harina de soja.
El impacto combinado de dichos costos adicionales directos de los suministros de soja para el mercado de piensos de la UE (por ejemplo la industria avícola) en el primer y cuarto trimestre de 2025 y los costes adicionales más elevados previstos para otras fuentes alternativas de proteínas -como la harina de colza, la harina de girasol y los aminoácidos- puede alcanzar los 2.250 millones de euros. Ello tendrá importantes repercusiones económicas negativas en el sector ganadero de la UE, socavando gravemente su competitividad en los mercados comunitario y mundial.
PARAGUAY: RIESGO MEDIO – -Una evaluación preliminar realizada por FEFAC sobre el riesgo de alteración de la cadena de suministro de piensos de la UE para las entregas de soja (primer trimestre y segundo trimestre de 2025) tiene la siguiente clasificación de riesgo de perturbación causado según origen del proveedor:
- 1- Riesgo bajo a medio: EE.UU. y Canadá
- 2- Riesgo medio: Argentina, Brasil y Paraguay
- 3- Riesgo medio-alto: Ucrania y Serbia.
- 4- Riesgo alto: África Occidental (Nigeria), India, China.
CAMINO TORTUOSO – Por otra parte, el duro informe presentado en Bruselas por el ex Primer Ministro italiano Mario Draghi -quien supo presidir el Banco Central Europeo- afirma que la economía del bloque necesita una inyección de US$ 882.000 millones -equivalente al 5% de la producción anual de la UE- “para construir una economía más resistente y recuperar los elevados índices de crecimiento de la productividad de antaño”.
Uno de los caballitos de batalla que mueven las masivas protestas de agricultores y ganaderos europeos es su denuncia por el constante aumento del gasto presupuestario de la UE. Desde febrero pasado, un levantamiento general de productores está sacudiendo Europa. En Italia y Alemania se ha protestado en contra de la eliminación de las ventajas fiscales para la compra de diésel. En los Países Bajos, en contra de las medidas drásticas para reducir las emisiones de nitrógeno del sector agrícola que le han puesto fecha de caducidad a unas 10.000 unidades ganaderas menores para cría de cerdos, algunas de las cuales llevan funcionando más de 200 años. En otros países se protesta en contra de la entrada de productos ucranianos al mercado único y contra la nueva legislación europea (R-1115-23).