¿Cuántas empresas privadas tienen 84 Directores que cobren, cada uno, US$ 3.300 mensuales?
Cristian Nielsen — Editor
La senadora Blanca Ovelar afirma que la presión tributaria en el Paraguay es menor al 10% y que cuando se habla de aumento de impuestos la gente no escucha bien o cae victima de campañas de desinformación.
Como si los paraguayos fuéramos una colección de idiotas que no entendemos nada y creyéramos cualquier pavada.
La primera desinformadora es la propia senadora. La presión tributaria en el Paraguay es del 14,6 % según reporta la CEPAL en su informe 2020. Si ella se traga el bulo oficial de que no llega al 10% es su problema. Pero le recomendamos que no intente construir argumentos legislativos con información sesgada.
¿Cómo se permite invitar a un “diálogo pluralista” desde la jugosa renta que le paga un Estado que derrocha a manos llenas? Desde la calle, los paraguayos de a pie saben a donde conduce el tal dialogo: a tener que aguantar a regañadientes que le metan de nuevo la mano en el bolsillo.
Eso sí, después de un dialogo muy razonable.
¿Y qué tan razonable es el Estado paraguayo para gastar? ¿Por qué no empezamos el debate por ahí? Si se quiere tener autoridad moral para hablar de aumentar impuestos, primero hay que tenerla para explicar cómo gasta el Estado la plata que el ciudadano le entrega.
La senadora podría empezar ordenando la casa. En su propia cámara -y los tiene como vecinitos de oficina- hay 85 funcionarios que cobran un salario mensual de Gs. 22 millones, es decir, US$ 3.300, US$ 43.000 al año… ¡10 veces el ingreso per capita del país!. Los 84 se llevan Gs. 22.100 millones al año, senadora, sin contar seguro médico, cupos de combustibles, viáticos, pasajes y todo el artilugio presupuestario que ya conocemos. Ni hablar las fantásticas sumas que se embolsilla otro lote de funcionarios con salarios de más de Gs. 10 millones y los restantes que cobran de 5 a 10 millones mensuales. Ah, y dos que facturan, cada uno, Gs. 35.000.000 mensuales. Sólo estos dos le cuestan al contribuyente US$ 140.000 al año, el valor -digámoslo a riesgo de ser populistas- de unas 10.000 vacunas anti COVID19.
Y esto pasa sólo en la Cámara de Senadores, el lugar de trabajo de la Sra. Ovelar que invita a un “debate razonable” sobre impuestos.
La gente, senadora Ovelar, ya está harta de que 320.000 empleados públicos se lleven a su bolsillo el esfuerzo de 1.289.626 contribuyentes. No intente torcer la realidad con frasecitas dulzonas y sedantes. El Estado paraguayo ha sido tomado por asalto por una verdadera cáfila de filibusteros y saqueadores. Esa es la triste verdad.
Si se robara menos, se gastara mejor y se reservara la función pública para los más capaces y eficientes, no haría falta aumentar impuestos por mucho tiempo.
Las cosas claras, señora senadora.