Un derecho individual, por legítimo que sea, no anula el interés general: la libre circulación.
Cristian Nielsen – Editor
ASUNCION, 26-04-2021 (Chaco 4.0) — Desde hace rato se nos quiere convencer de que el ejercicio de un derecho implica el avasallamiento de otro. Toda clase de colectivos se han tomado la costumbre de fastidiar al resto del país para hacerle ver al gobierno que no cumplió este plan, o no entrego aquel dinero prometido o no conectó la luz aquí o allá.
Entonces cierran una ruta, bloquean la circulación y provocan millones de guaraníes de pérdida por minuto, además de causar estados de histeria y no pocas veces, poner en riesgo la vida de personas que son llevadas de urgencia para ser atendidas en un hospital.
Todo ante la pasividad intolerable de la policía, que debería actuar de oficio pero que ha sido atrapada en una tupida red de “protocolos” de desalojo que demandan la actuación previa de fiscales, una orden judicial y la mar en coche para despejar una ruta y restaurar el tránsito.
DERECHOS INALIENABLES — Todos habremos oído hablar de los derechos inalienables. La jurisprudencia los definen así: “Los derechos inalienables fluyen de nuestra naturaleza de personas libres”.
En una sociedad libre, con estado de derecho garantizado y efectivo funcionamiento de las instituciones, el derecho a circular libremente de un lado a otro del país no admite enajenación alguna.
Eso es lo que hacen los piqueteros, secuestrar, robar, atropellar y anular ese derecho consagrado por la Constitución.
Todo ante la pasividad del Gobierno y para beneficio de la política-basura que hace su cosecha en estos enclaves de violaciones constitucionales continuadas.
LA TRAGEDIA ARGENTINA — Si dejan que esta práctica se extienda y se torne rutinaria, entraremos en el mismo clima que vive Argentina, que en 2020 soportó 6.873 manifestaciones callejeras y 3.350 cortes de rutas, avenidas y autopistas, el 78% de ellas en el conurbano bonaerense y la capital federal. Sin contar las “tomas” de propiedades privadas que el mismo año sumaron 4.300 hectáreas.
Argentina es un estado fallido, con un Gobierno ausente de sus grandes deberes y un país sumido en el caos social.
¿Quiere eso para el Paraguay el Gobierno de Mario Abdo Benítez? Porque si lo quiere, sólo basta conque siga haciendo el ñembotavy ante los cortes de ruta que van surgiendo como hongos por todas partes.
Copiando lo malo, esperando lo peor.