Tras ser cambiado de cartera, el exministro del Interior Euclides Acevedo admitió que por el camino de la ley no se puede hacer nada.
Por Cristian Nielsen — Editor
ASUNCION, 29-01-2021 (Chaco 4.0) – Mientras el exministro del Interior -jefe absoluto de la Policía Nacional- se refugia en la cartera de Relaciones Exteriores que le garantiza una vida tranquila y viajera, el país vive a merced del delito organizado.
Se asaltan con armas de guerra convoyes de caudales, se hacen volar cajeros automáticos y se atropella a cualquiera para robarle un celular o una moto y, a veces, la pobre recaudación de un motoquero dedicado al reparto a domicilio.
En el campo las cosas están al límite. La gente está harta de vivir con el Jesús en la boca y esperar en cualquier momento el atraco violento y no pocas veces letal.
“Cada vez es más ostensible el tema de los robos, incluso frente a las narices de los propios policías nos asaltan. No quiero afirmar nada, pero hasta parece que hay comisarios y policías implicados en estos asaltos, porque no puede ser que con tanto cinismo nos vean la cara”, dijo Aurio Frighetto, representante de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, regional Alto Paraná.
ALTAMENTE VULNERABLES – Los trabajadores rurales padecen todas las vulnerabilidades imaginables. Ya sea en época de siembra o de cosecha, el productor debe trabajar las 24 horas exponiéndose en campo abierto a las incursiones de verdaderas partidas de bandoleros y saqueadores. Lo que más se roba son baterías de maquinarias, insumos agrícolas, semillas y hasta granos cosechados. Se asaltan camiones a plena luz del día.
«Es como una mafia, ya que una sola persona no podría hacerse cargo de un camión lleno de grano” confiaba Frigetto a un periodista. Un colega suyo, Claudio Tischler, de Itapúa, puso en alerta a sus vecinos a través de un grupo de Whatsapp sobre una horda de merodeadores que lo asaltaron y que rondan por la zona de Obligado, corazón granelero y cooperativo de Itapúa.
CADA VEZ PEOR — La gente está harta andar con miedo en sus propias casas y sobre todo en medio de los campos en donde trabajan dias enteros aprovechando una ventana de siembra o una lluvia oportuna. La impunidad reinante causa desaliento entre los productores, quienes admiten que deben cuidarse entre ellos ya que no se ve una protección por parte de los uniformados en la zona.
“Ya no sabemos a quién recurrir -consideró el dirigente de la CAP-. Hay mucho temor e incertidumbre. Realmente, les tenemos miedo a los policías y ya que no se sabe en quién confiar. Hay mucha corrupción dentro de la policía”.
PAIS REHEN – Esta última expresión del dirigente altoparanaense resume toda la rabia, la impotencia y la incertidumbre que envuelve como un manto a todo el país. Nadie está seguro en ninguna parte. Las expresiones del actual Canciller Euclides Acevedo no hacen sino aumentar el temor general por la impotencia que rezuman. Consultado por un periodista porqué no se podía terminar con las comisarías que recaudan coimas a millones extorsionando a la gente de trabajo, Acevedo -quien acababa de dejar el ministerio del Interior- dijo lo siguiente, aunque parezca mentira:
“Esas son las desventajas del estado de derecho. El régimen autoritario tiene demasiadas ventajas para limpiar las cosas… si quiere. En el estado de derecho, aunque vos quieras, no podés, porque tenés que moverte de acuerdo a los códigos del ordenamiento jurídico”.
¿Qué se puede esperar de “servidores públicos” que se despachan con semejante barbaridad? ¿Qué tenemos que hacer, liquidar 32 años de ensayo democrático y entregarnos de pies y manos a otra dictadura?
Mientras tanto, la gente aprende a cuidarse sola, o en grupos o, como está ocurriendo cada vez con más frecuencia, tomar la justicia por propia mano.