La combinación maiz zafriña-brachiaria ruziziensis se siembra en una sola pasada, con el consiguiente ahorro en costo.
ASUNCION, 02-11-2020 (Chaco 4.0) – El saber hacer agropecuario da cada día un paso adelante en el campo paraguayo. El método de prueba y error con acumulación de experiencia es el que ha llevado a la producción nacional, de la mano de la biotecnología y las buenas prácticas, a niveles nunca antes alcanzados.
Un ejemplo claro se está dando en aquellos establecimientos agrícolas que, ni bien amainaron las primeras lluvias de octubre, iniciaron la siembra de soja mediante el sistema Santa Fe, del que nos informa el ingeniero agrónomo Uwe Enrique Hutter, asesor técnico de la Cooperativa Neuland, quien también acompaña técnicamente a productores del Chaco Boreal.
MAIZ Y BRACCHIARIA – “El sistema Santa Fe –explica el Ing. Hutter- consiste en la siembra del maíz en zafriña, después de la soja, lo que suele ocurrir en enero. Los productores acompañan la siembra del maíz con la brachiaria ruziziensis entre las hileras del maíz. Es decir, va una línea de maíz y una hilera de bracchiaria”.
Esta asociación tiene sus bondades y también sus riesgos, que los productores han aprendido a manejar. Hutter agrega que “ambos, maíz zafriña y brachiaria, se desarrollan juntas y aunque le afecta un poco al maíz en su rendimiento, el beneficio que deja es muy grande”.
Según nuestro entrevistado, la “brachiaria es bastante agresiva, se atrasa un poco en las heladas, pero deja un manto, una cobertura que impide el crecimiento de malezas, mantiene la tierra bien fofa y eso mejora considerablemente la calidad de siembra de la soja”.
Es lo que los productores están haciendo ahora: recoger los resultados de un trabajo que arrancó en enero pasado.
MENOS HERBICIDAS – El sistema de siembra Santa Fe llegó al país hace casi una década de la mano de colonos brasileños.
“Algunos de ellos -informa Hutter- especialmente los de las colonias Luz y Esperanza, Berghtal y Sommerfeld, solían usar este método aunque ellos largaban primero las vacas para que pastaran allí. Pero en realidad, el objetivo del sistema Santa Fe es lograr una buena cobertura, controlar las malezas y mantener la humedad del suelo”.
El sistema tiene otras bondades de las que nos habla Hutter.
“No es caro, porque de una sola pasada se siembra el maíz y la brachiaria. Con ocho kilos de semilla de brachiaria se cubre una hectárea. Además, como el manto que produce no sólo conserva la humedad sino que también impide el crecimiento de malezas, se hace innecesario el empleo de herbicidas, con las ventajas correspondientes en costo y cuidado ambiental”.