¿Cuál será el próximo paso? ¿La Plataforma Intergubernamental de Políticas Científicas sobre Biodiversidad y Servicios (IPBES)?
- Por el Dr. Luiz Carlos Baldicero Molion
- Doctor en meteorología por la Universidad de Wisconsin (EUA) y profesor de Universidad Federal de Alagoas.
Se espera que en los próximos 20 años se produzca un enfriamiento global, con inviernos más severos y una mala distribución de las precipitaciones, en lugar del calentamiento global antropogénico (AGA) del que se jacta el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
La AGA es una hipótesis sin una base científica sólida. Sus proyecciones climáticas, realizadas con modelos matemáticos, son meros ejercicios académicos, inútiles para la planificación del desarrollo global.
MERAS HIPÓTESIS — Su pilar básico es la intensificación del efecto invernadero a través de las acciones humanas que emiten dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), a través de la quema de combustibles fósiles y bosques tropicales, actividades agrícolas y ganadería rumiante.
Pero el efecto invernadero nunca ha sido probado, ni siquiera se menciona en los textos de la física. Por el contrario, hace más de cien años, el físico Robert W. Wood demostró que su concepto es falso.
Las temperaturas ya han sido más altas, con concentraciones de CO2 más bajas que en la actualidad.
Por ejemplo, entre 1925 y 1946, el Ártico en particular registró un aumento de 4°C con CO2 por debajo de 300 ppmv (partes por millón en volumen). Hoy en día, la concentración es de 390 ppmv.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las emisiones aumentaron significativamente, la temperatura mundial disminuyó hasta mediados de la década de 1970.
EL CO2 NO CONTROLA EL CLIMA — En otras palabras, es obvio que el CO2 no controla el clima global. La reducción de las emisiones, a un coste enorme para la sociedad, no tendrá ningún impacto en el clima.
Como más del 80% de la matriz energética mundial depende de los combustibles fósiles, reducir las emisiones significa reducir la generación de energía y condenar a los países subdesarrollados a la pobreza eterna, aumentando las desigualdades sociales en el planeta.
Este fue, en esencia, el mensaje central de la carta abierta entregada a la Presidenta Dilma Rousseff antes de Río+20 y firmada por 18 científicos brasileños, incluido yo mismo.
El complot de AGA no es nada nuevo y sigue la misma receta que la supuesta destrucción de la capa de ozono (O3) por clorofluorocarbonos (CFC) en las décadas de 1970 y 1980.
La hipótesis suponía que las moléculas de CFC, de cinco a siete veces más pesadas que el aire, se elevarían a una altitud de más de 40 km, donde se produce la formación de O3.
Cada átomo de cloro liberado destruiría miles de moléculas de O3, reduciendo su concentración y permitiendo que más radiación ultravioleta entre en la Tierra, lo que aumentaría los casos de cáncer de piel y eliminaría miles de especies de seres vivos.
UN PROBLEMA INEXISTENTE — Se celebraron reuniones con científicos, incluidos los de países subdesarrollados, para dar un carácter pseudocientífico al problema inexistente, se creó el Panel de Tendencias del Ozono en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y se redactó el Protocolo de Montreal (1987), firmado por países subdesarrollados bajo la amenaza de sanciones económicas.
Brasil también firmó el Protocolo para la renovación de su deuda externa.
En 1995, los autores de las ecuaciones químicas que supuestamente destruyeron el O3 recibieron el Premio Nobel de Química.
Pero en 2007, científicos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA demostraron que sus ecuaciones no ocurren en las condiciones de la estratosfera antártica y que no son la causa de la destrucción del ozono.
La AGA siguió los mismos pasos, con reuniones científicas, la creación del IPCC, el Protocolo de Kyoto y el Nobel (¿para la Paz?) para el IPCC y Al Gore.
Se trata de dos intentos de establecer una gobernanza mundial.
¿Cuál será el próximo paso? La Plataforma Intergubernamental de Políticas Científicas sobre Biodiversidad y Servicios (IPBES)?